[Compañeros extraños]—¿Hay alguien ahí? —pregunté. No hubo respuesta.
De repente la puerta se abrió de golpe y por inercia me alejé cayendo en la cama.—¡¿Pero que!? —exclamé, al ver que un pequeño esqueleto, con una bufanda roja salía del armario, tenía los dientes algo rotos, y en el cráneo tenía algunas abolladuras. ¿Qué hacia un niño pequeño aquí? Estaba muy confusa, y él estaba temblando levemente.
—Hey... ¿Estas bien? ¿Qué haces aquí? —pregunté, intentando hacer una voz dulce para no asustarlo más de lo que ya estaba. El no respondía, solo me miraba fijamente, para luego acercarse a mi y abrazarme la pierna. Estaba frío y temblando, le acaricié lentamente la cabeza, el sé sobresaltó un poco, supongo que no estaba acostumbrado a el contacto. Dejo de abrazarme la pierna y se subió a la cama, le costó un poco, ya que era más alta que el. Luego se sentó al lado mía y me sonrió, era bastante adorable.
Paso un tiempo, y se escucho el sonido de la cerradura, el niño se asustó, seguramente era mi compañero de habitación. No podía dejar que viese o hiciese algo al niño, pero no se me ocurría nada para hacer. Cuando se me ocurrió volverlo a meter de nuevo en el armario, ya era demasiado tarde, la puerta ya se había abierto. Otro esqueleto, solo que más alto, y de mi edad apareció por la puerta. Tenía una sudadera roja, bastante sucia y manchada, y unos pantalones negros cortos, algo rotos. Tenía la capucha de la sudadera puesta, a si que no se podía ver muy bien si cara.
—¡¿Que!? ¡¿Papyrus!? —gritó, para luego quitarse la capucha rápidamente y dejar ver su ojo izquierdo, el cual era muy grande y de color rojo. Me miró fijamente, y después de eso me sentí muy débil, me apoyé a la cama, y solté al niño. —¡Te dije que no salieras de el armario! —replicó, y cerró la puerta de detrás suya rápidamente, haciendo que retumbara. Suspiró, y me miró de nuevo. —Y tu... ¿Qué mierda haces aquí? —preguntó, apoyándose en la pared de delante mía y poniéndose la capucha de nuevo.
—Yo vivo aquí. —respondí, aún algo débil.
—¡¿Que!? —exclamó, mirándome. —Les dije que no quería compañero... —suspiró.
Después de eso, hubo un silencio incómodo bastante largo. El estaba quieto en el mismo sitio, incluso parecía que se había dormido, yo cada vez estaba menos débil, algo que me alegraba y el pequeño estaba en la cama, mirando a la nada, aún temblando un poco.
—¿De que le conoces? —le pregunte, intentando romper el silencio. El me miró extrañado, yo solamente apunte hacia el esqueleto y ya pareció entender.
—El es mi hermano.
—¿Y que hace aquí? —pregunté extrañada, el me miró con algo de asco.
—Esto está empezando a parecerse a un interrogatorio. —me callé y miré al niño.
—¿Cuantos años tiene? —el iba a responder, pero luego dudo un poco.
—Nueve, tiene nueve años... —respondió.
Pasó algo de tiempo, y por fin el se movió de su sitio. Se dirigió hacia su hermano y le susurró unas cosas, y luego abrió la puerta y se marchó. Algo que también debería hacer yo, ya que tengo que ir a por mis cosas, pero dejar al niño solo me daba algo de miedo. Bueno, ni que fuera MI hermano, no me tengo que preocupar por el.
Cogí la tabla y volé por la ventana, dirigiéndome hacia mi casa. Llegué, y entré, las maletas ya estaban hechas, a si que no iba a tardar mucho. Subí las escaleras hacía mi habitación y abrí la puerta, ahí encontré a mi padre recogiendo algunas cosas.—Hola pa', ¿qué haces? —pregunté acercándome a él.
—Estoy recogiendo las cosas, pensé en ayudarte a llevarlas, ya que son bastantes.
—Oh, gracias. Pero no creo que haga falta, pue- —explicaba, antes que mí padre me interrumpiera.
—No peros, vamos. —dijo cogiendo unas cajas con su telequinesis y otra con los brazos. Yo solo cogí mi maleta, y fuimos andando hacia la academia.
Esta vez el camino se me hizo más largo, ya que esta vez no iba encima de mi tabla, debería andar más. Por fin llegamos, aúnque ya se había hecho algo tarde. Subíamos las escaleras, con las maletas y cajas volando gracias a la telequinesis, era bastante cómodo. Dejé la maleta en el suelo y abrí la puerta, y los dos entramos, me acordé del niño.—¡Hey! Padre, muchas gracias por ayudarme a traer las cosas, pero creo que ya deberías irte —dije rápido y algo nerviosa. El estaba confuso, y me preguntaba si no quería ayuda para poner las cosas, cosa que negué. El salió y rápidamente cerré la puerta.
—Menos mal... —suspiré. —No sé que podría pasar si alguien le viese. Aun que... Todavía no entiendo por qué está aquí, bueno... Ni siquiera sé si sigue aquí, igual ya se ha ido. —dije, mirando al otro lado de la pared, en el cual no vi nada. Suspiré de nuevo, y me acerqué a mi lado, el cual era el que estaba al lado de la puerta, cogí las cajas y las metí en el armario, ya lo ordenaría otro día. Y la maleta, la deje al lado de la cama, de la cual saqué el pijama, y aprovechando que no había nadie, me cambié.
Destapé la cama, y me metí en ella, había sido un día bastante raro, sobretodo por mi compañero, de el cual todavía no sabía su nombre.
Mañana empezaba las clases, estaba algo nerviosa y emocionada, sobretodo por el nivel de las clases, pero era de las que mejor había hecho la prueba, a si que... ¿Qué podría salir mal?
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~Academia De Villanos~ [Bad Guys x Reader] (Cancelada)
FanfictionAcabada la secundaria, tienes la posibilidad de elegir ir a una academia de héroes o villanos. ____ una chica proveniente de una familia de villanos de la parte de su madre, decide entrar en la academia de villanos. Peleas, acción y competitividad...