Prólogo

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El Doctor Williams caminaba por la pasarela, de manera acelerada, sus ojos azules se mostraban con una impasible tranquilidad al igual que todo su cuerpo, su cabello negro estaba repeinado y no vestía la indumentaria oficial de la corporación, sino que en realidad llevaba puesto un traje elegante negro.

- ¿Tenéis rastreado al activo? -Preguntó.

- Negativo, y ninguno de nuestros agentes responde desde el primer contacto con el activó, creo que han... - respondió una mujer que se encontraba continuamente mirando a su monitor.

- Ese es el menor de nuestros problemas, llamen a otro equipo - dijo el doctor Williams mientras, se daba la vuelta y dejaba de espaldas a todo el complejo de monitores que habían montado alli.

- Ah, y una cosa más, que esta vez lleven en sus armas munición letal. - Acabo diciendo mientras la puerta metálica se cerraba automáticamente.

Siguió moviéndose por los pasillos del complejo hasta dar con la azotea de uno de los edificios del complejo urbanizado, miró hacia uno de los más cercanos de la selva para únicamente observar cómo de una explosión saltaba por los aires, apretó los puños y maldijo hacia sus adentros, fue ahí cuando dos hombres con gafas de sol y trajeados se le acercaron y le decian:

- Doctor, hay que abandonar la isla inmediatamente.

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