18 años.

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Pasados los años Naruto estaba por cumplir sus 18 años y había crecido como un gran agricultor, siendo su único trabajo, no había más que amara que ver sus semillas crecer. Su crianza y compañía siempre fue por su amoroso padre Jiraiya y su hermano Suigetsu, quien se convirtió en jefe de la guardia real. Creció bajo un techo humilde y a pesar de que ganaban bien por ser los proveedores de la familia real, no les era atrayente contar con lujos como la alcurnia del reino.

Cabe destacar que se convirtió en un joven muy apuesto, gracias a su labor en campo su cuerpo se había trabajado a lo largo de los años y siendo una envidia para los trabajadores de su edad y un adonis para las chicas. Y aunque esto pasara desapercibido por él chico, era muy popular por su singular belleza física.

-¡Padre! –Era día de cosecha, él día favorito de Naruto ya que era cuando podía ver el esfuerzo de su trabajo riendo frutos.. -¡Estos tomates están listos!

-Perfecto, al príncipe le encantarán. Prepara las cajas y subelos a la carreta, debemos entregar esta tarde.

-Si. -Comenzó a cortar los tomates, tan rojos que se veían exquisitos –Padre, mis tomates son hermosos. -Cada que admiraba sus cosechas, no podía evitar presumir de ellas.

-Claro tú los sembraste, apuesto a que tendrán un gran sabor. Siempre tus siembras son abundantes y con un sabor único, tienes buena mano para esto.

-¿Pero qué veo aquí? Un gran agricultor con manos de un ángel -Se oyó la voz de Suigetsu detrás de Naruto.

-Suigetsu, deja de decir frases cursis y torpes, mejor ven a ver mi cosecha. -Suigetsu se acercó con cuidado hasta donde estaba el rubio, se tomaron las manos y chocaron los hombros, esta era su forma de decir "hola" siempre.

-Vaya, se ve delicioso hermano y mira que estás de suerte, el príncipe volvió de su viaje y esta mas que ansioso de unos ricos tomates, o eso escuche que comentaba en él carruaje. Ya sabes, es un adicto a los tomates. –Le revolvió el cabello

-¡Basta mi pelo! -Le quito la mano. -Eso ya lo se, dime algo que no sepa del príncipe y su gusto por este vegetal.

-Oye tengo algo que decirte... -De momento, el tono de voz de Suigetsu cambió por completo y evidentemente Naruto sabía que eran malas noticias.

-Me debo de imaginar que de nuevo es en relación a tu trabajo.

-En efecto, saldré nuevamente del reino y se que te prometí unas vacaciones, pero soy el guardaespaldas del príncipe Itachi, por lo tanto no puedo faltar a mi deber.

-No hay problema el trabajo es trabajo ¿no? -Dándole la espalda a su hermano volvió a su trabajo, por más que estuviera acostumbrado a las partidas de Suigetsu, no podía evitar sentirse decepcionado.

-Regresando te prometo que tendremos la mejor pesca de tu vida. -Poso una de sus manos en el hombro del rubio para intentar consolarlo y calmarlo. Su corazón se rompía cada que faltaba a su palabra.

-De acuerdo, te esperare. -Olvidando toda esa decepción, tomó las fuerzas necesarias para abrazarlo y despedirse. -No tardes y ten la mejor de las suertes, no dejes que el tonto príncipe abuse de tu amabilidad... he oído que es muy ególatra y cree que nadie lo merece.

-No se de donde sacas eso, el príncipe Itachi es muy amable. -Suigetsu revolvió el cabello de Naruto una vez que se separaron, se retiró y Naruto siguió cortando su trabajo hasta que su padre se acercó a verificar el trabajo que estaba haciendo.

-¿Qué pasa, papá? -Naruto sintió su mirada, sabía que no era nada malo pero siempre le gustaba escuchar los elogios de su padre.

-Solo observo que haces un gran trabajo, como siempre.


-Gracias papá, todo lo que sé y hago es gracias a ti, mis tomates no serían tan buenos si no me hubieras enseñado. Sobre todo a amar la tierra y ponerle todo el esfuerzo que merece.

-Oye hijo, no haz... ¿Considerado la idea de seguir estudiando? Digo solo tienes los estudios básicos pero ¿Por qué no quieres seguir la escuela?

-Bueno eso es porque amo el campo y prefiero estar aquí cosechando que estar escribiendo en un pupitre cosas que creo que serán poco probables que use y sobre todo me gusta estar aquí porque te ayudó. Esto es uno de mis grandes placeres de la vida.

-Gracias hijo, es grato oírlo.-Quedo en silencio un momento. -Tengo algo que decirte... –De nuevo el ambiente cambió, Naruto lo noto y al igual que con Suigetsu, ya esperaba una mala noticia.

-¿Si? ¿Qué es?.

-Bueno, se acerca tu cumpleaños número 18. Saldré del reino e iré a comprar más semillas, prometo que te comprare un bonito regalo digno de tu mayoría de edad.

-¡Ohh! Entonces me quedare solo... -Dijo en con una sonrisa falsa para no preocupar a su papá. La noticia no era tan mala pero no le gustaba estar solo y menos cuando se acercaba una fecha muy importante.

-Me iré por dos semanas y sabes que no gusta dejarte, pero las cosechas van tan bien que se nos agotaron ciertas semillas y alguien debe de encargarse. –Levantó a Naruto, lo abrazo y lo recostó en su pecho –Quiero festejarte como te mereces, ya eres un adulto mi pequeño hijo.

-Gracias papá –Lo abrazó y cerrando los ojos dejó caer unas lágrimas de felicidad, pese a que se marcharía, sabía que todo lo que hacia Jiraiya por él era con gran amor. Debía comenzar a aprender a estar solo.

Así llego la noche, misma que Jiraiya tomaría para su largo viaje. Dejó preparadas las cosas para que a Naruto no le faltara nada, comida, agua, ropa, todo estaba listo. A pesar de que ya se convertiría en un mayor de edad, aun lo trataba como un niño y cosa que no le molestaba en lo absoluto al rubio. Quería tratar a su hijo igual que a un príncipe, claro dentro de sus posibilidades, como cualquier padre, haría lo mejor para sus hijos.

Acompañó a su padre hasta la puerta. Naruto recibió la bendición de Jiraiya, le dio un abrazo y un beso. Despidiéndose de su padre.

Para Naruto quedarse solo era tan extraño y no estaba acostumbrado. Su casa a pesar de ser pequeña, se sentía grande sin su padre o su hermano con él, no era divertido.

Mientras se preparaba un poco de comida y se alistaba para entrar a la cama, alguien llamó a la puerta. Le parecía extraño, ya que eran altas horas de la noche y no podía pensar más que fuera un ladrón o algún vagabundo del reino.

-¿Quién podrá ser a estas horas? –Dijo Naruto para si mismo y nuevamente escuchó en insistente golpeteo de la puerta. Naruto dejo toda la comida a mitad de preparación y se dirigió a la puerta y al abrirla se encontró con un hombre que portaba una capa negra, era alto y su cara no se distinguía bien.

-¿Puedo pasar? -Habló aquella persona. Pese a que no le reconociera, no parecía una amenaza.

-Supongo... - El hombre paso y miro por la ventana, pareciera como si alguien lo estuviera persiguiendo. –Disculpe... ¿Pasa algo? –Preguntó Naruto extrañado por el comportamiento del hombre.

-¿Puedo pasar la noche aquí? –Contestó con otra pregunta.

-Claro, pero muéstrese bien que no inspira mucha confianza con esa vestimenta y si no responde, me veré en la pena de correrlo de mi casa.

-Si, claro lo lamento...

El hombre se quitó la capucha y mostró su rostro, Naruto quedo sorprendido al verlo ya que era un hombre muy apuesto, su piel era blanca, ojos negros al igual que su cabello y lo tenía ligeramente desordenado.

-Oh tu eres... -Y antes de que terminara de hablar, el joven se abalanzó sobre él y le tapó la boca.

-¡Cállate! No digas nada, si no hablas te daré unas cuantas monedas de oro. –Naruto, bruscamente se zafó de su agarre y lo miro desafiante.

-¿Para qué querría tu dinero? Simplemente iba a decir que eras apuesto. –Palabras inocentes para un chico inocente. El joven se sonrojo ante la respuesta y se sorprendió al mismo tiempo.

-Tú... ¿No sabes quien soy? -Más allá del halago, le intrigó que el chico rubio no supiera con quién estaba hablando.

-No. ¿Acaso eres un criminal y por eso no quieres que hable? -Naruto se cruzó de brazos mientras observaba como aquel chico se ponía nervioso.

-No, no, nada de eso...

-¿Y entonces por qué huyes? Es obvio que lo haces, si no no hubieras sido tan insistente al tocar mi puerta...

-Huyo de mi familia.

-¿De tu familia? ¿Acaso es mala? -Nunca había escuchado de alguien que quisiera huir de su familia, por lo menos él no lo haría, amaba mucho a su padre y hermano como para abandonarlos por más malos que fueran con él, siendo este un supuesto.

-No, pero quieren que haga cosas que no quiero hacer, por eso necesito que me des asilo en lo que se calman las cosas.

-De acuerdo, hasta cierto punto pareces una persona de fiar, así que si, puedes quedarte.

-Gracias. -El chico se sintió aliviado y cayó rendido a un sofá que tenía cerca.

-Pero a cambio me ayudaras en mi trabajo. –Sonrió victorioso el rubio.

-¿Trabajo? ¿Qué clase de trabajo? –Se exaltó el nuevo inquilino.

-Oh... mañana lo sabrás, por ahora descansa, aquel es mi cuarto. –Señalo una puerta que estaba al fondo –Y esa... -Señalo la que estaba a lado de su cuarto –Es la de mi padre, yo dormiré ahí, tú en el mio ¿De acuerdo?

-De acuerdo, pero ¿y tu padre?

-Él estará de viaje por dos semanas, las suficientes como para recolectar nuestras verduras.

-¿Verduras? ¿Esta es la casa de los agricultores de la familia real?

-Así es, los mejores. – Sonrió el rubio muy orgulloso porque el joven los reconoció.

-¿Tu eres el hijo de Jiraiya? -Se acercó a Naruto tomándolo por los hombros. Los ojos de aquel joven parecían salirse de sus órbitas.

-Si, ¿cómo sabes su nombre? -Naruto se zafó de su agarre. -No me toques así, vuelve a hacerlo y te parto la cara.

-Lo siento y si he escuchado de él. –El chico analizó a Naruto de pies a cabeza

-¡GENIAL! Así que si somos famosos en el pueblo, eso hace que las ventas aumenten. –Se alegró el muchacho –Por cierto soy Naruto, mucho gusto. –Le dijo con una gran sonrisa y estirando su mano, hizo parecer que olvidó por completo que hace unos momentos lo amenazó.

-Naruto... –Se quedó pensando por unos segundos y no dejaba de mirarlo a los ojos – Sasuke, es un placer conocerte. –Le estrechó la mano.

-Bueno Sasuke, estaremos trabajando muy duro. Mis tomates están listos y necesito que alguien me ayude con ellos, son para el príncipe y dicen que es muy exigente.

-¿Tu cosechas esos tomates?

-Por supuesto, mi padre me los encomienda a mi y yo solo espero que sean del agrado del príncipe.

-Apuesto a que lo son.

-Eso espero, pongo todo mi amor en ellos.

-Se nota.

-Por cierto Sasuke, ¿Qué edad tienes?

-Tengo 20

-Wow no los aparentas, juraría que tienes mi misma edad, apenas cumpliré 18. Dicen que el príncipe tiene tu misma edad.

-¿Tu no lo conoces?

-No, mi papá no me lo permite. No estoy seguro del porque, pero me da curiosidad saber cómo es él.

-Creo que no lo ves porque el rey así lo mando, pero no te preocupes. –Se acercó a Naruto y le acarició una mejilla. –Estoy seguro de que el si te conoce a ti, después de todo tu haces sus tomates. –Naruto se sonrojo irremediablemente y se separó inmediatamente de Sasuke, rompiendo con esa mirada puesta en él y con la caricia.

-Te dije que no me tocaras... no te conozco. –Desviaba su mirada hacia el suelo –Sabes, no se porque pero siento que te he visto en algún lugar. Tienes algo familiar, pero por más que intento recordarlo, no logro identificarte. -Resoplo. -En fin, no importa.

-¿Enserio? Yo también, es como si... fuera un sueño, verte de nuevo.

-¿De nuevo? Que extraño eres... ¿Tienes hambre? Estaba a punto de cenar antes de que me interrumpieras. ¿Comemos y nos vamos a dormir? Mañana será un día lleno de trabajo. –Naruto volvió a la cocina, dejando a Sasuke en la sala pensativo.

Sasuke POV'S

Es increíble que después de 18 años te haya encontrado y de la forma más inesperada. Toda mi vida me he empeñado en buscarte, pero nunca pude dar con la casa de Jiraiya y ahora eme aquí, a punto de dormir bajo tu mismo techo. Es increíble haberte encontrado de nuevo mi rayito de sol.

Fin Sasuke POV'S

En el reino de Konoha.

-Querido... -hablaba una pelirroja viendo hacia afuera de su ventana –Ya van a ser 18 años

-Lo sé linda, lo sé. Yo se que nuestro hijo aún está vivo. –Hablaba un hombre rubio.

-Yo también lo creo así y sabes que solo ha habido un reino que no hemos revisado.

-Ya sé, el de los Uchiha

-Puede haber una mínima posibilidad... -Hablaba con melancolía la mujer.

-Pero de eso a nada, prefiero averiguarlo.

-Quiero a mi familia completa. –Comenzaba a llorar la mujer mientras se agarraba el vientre de unos 5 meses.

-Te aseguro que si linda, nuestro nuevo hijo tendrá a su hermano mayor.

-Naruto... -Comenzó a llorar a mares la pobre Kushina, su esposo la abrazó tratando de consolarla.

-Ya linda, en dos semanas emprenderé el viaje...

En los campos de Naruto

-¡BUENOS DÍAS! –Entró el chico rubio a su habitación la cual le había prestado a su inquilino –¡Es hora de trabajar! –Gritaba con mucho animó.

-Mmmm... -Sasuke lo miro de mala gana y se tapó de nuevo con las sabanas, lo cual molestó al rubio.

-¡TU TIENES UNA DEUDA QUE PAGAR CONMIGO, ASÍ QUE SI QUIERES QUEDARTE...! –Jaló las sábanas -¡TRABAJARAS CONMIGO!

-¡AHHH! ¡DE ACUERDO, SOLO PORQUE ERES TU! –Se levanto de mala gana.

-Gracias que lindo, pero por favor deja de ser tan quejumbroso, eres como una princesa.

-¡NO SOY PRINCESA, SOY UN PRIN...! –Se dio cuenta de que casi mete la pata –Pri... principiante en la agricultura.

-¡Ohh! ¿Enserio? Pues ahora serás un experto. Ven vamos. –Lo tomo de la mano y se fueron de la habitación.

Unos minutos después ya fuera de la casa, Sasuke vio un gran campo casi sin fin, no podía creer que este chico trabajara todo ese lugar.

-¿Estas son tus tierras

?-Si y empezaremos por allá –Señalo Naruto, un lugar de un kilómetro de distancia de la casa. –Dónde están los tomates del príncipe y las zanahorias.

-Genial, de acuerdo, ¿Dónde están los caballos? –Naruto se le quedo viendo. 

-¿Qué? -Comenzó a reír a carcajadas. -Que buen chiste Sasuke. –Se burlaba el rubio

-¿Qué?

-Iremos caminando, entre mas ejercicio, mas hambre. Ven vamos .–Le dio dos canastas a Sasuke y Naruto tomo rumbo por un sendero. Sasuke conmocionado, no entendía bien la situación. Nunca había caminado tanto por un campo, no estaba acostumbrado.

-¡VEN APRESÚRATE, O NO TE TOCA DESAYUNO! –Sasuke reaccionó y corrió tras él.

-Será un día pesado... -Suspiro el azabache.

-¡Pareces toda una princesa! -Se quejo Naruto.

-¡QUE NO SOY PRINCESA!

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⏰ Última actualización: Aug 12, 2019 ⏰

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