Regreso a clases

43 7 2
                                    

...

Abrí mis ojos un poco desorientada, estiré la mano y cogí mi celular para apagar la alarma; ese día por fin regresaba a clases, siempre me gustó ir al instituto por una sola razón: Matyas; mi Matyas... la única persona que era siempre buena conmigo, el único que se preocupaba por mí, mi gran amigo y mi gran amor, por quien haría y daría todo en esta vida. Suspiré al recordar la última vez que nos vimos: ¡él me odiaba!, y yo tenía que conseguir a toda costa tenerlo de vuelta.

Después de darme un rápido baño, escogí una minifalda ajustada y una blusa negra de algodón.
Nada tan llamativo, ya era suficiente con llevar maquillaje y ropa ajustada, y... ¡ah sí, mi cabello que ahora lucía super hermoso! Me puse unos tenis blancos, agarré la mochila y salí de la habitación.

- ¡Qué hermosa estás!

Exclamó la señora Marta al verme.

-Ven, siéntate, te hice desayuno.

-¡Qué linda, muchas gracias!

Dije de vuelta y le planté un beso en la mejilla.

Ella había preparado uno ricos wafles para mí; cuando acabe de comer, estaba frente a mí con las llaves de su auto.

- ¿Lista para tu nuevo comienzo?

Preguntó.

-¡Claro que sí!

Respondí emocionada y casi corrí hasta su auto; me senté en el asiento del copiloto y ella arrancó.

Pocos minutos más tarde estábamos estacionando frente al instituto y mi corazón comenzó a latir con fuerza; ahí estaba él, recostado en las escaleras de la entrada con uno de sus amigos, platicando... Necesité un tiempo para estabilizarme.

--¡Muchas gracias por traerme!, me voy.

Declaré con nerviosismo, ella me sonrió.

- Es normal que estés nerviosa... hoy comienza una nueva etapa de tu vida escolar, pero ¡eres una chica genial; estoy segura de que podrás manejar la situación! ¡Ahora tendrás muchas miradas curiosas sobre ti y los vas a sorprender a todos de forma muy positiva!

Dijo en un intento por calmarme y yo me puse aún más nerviosa.

Finalmente salí del auto y comencé a caminar hasta la entrada, todos estaban mirándome, pero esta vez no era de una forma despectiva y eso me gustaba; ese era el tipo de atención que yo necesitaba.

Cada vez estaba más cerca de la entrada y él, por fin se volvió para encontrarse con mi mirada; pude ver la sorpresa en su rostro, yo estaba totalmente sonrojada, él me inspeccionó por unos segundos y le comentó algo a su amigo, éste asintió y se perdieron entre la multitud... Eso dolió, me dolió en el alma; era la primera vez que Matias me veía y no me alcanzaba para saludarme. Algo se rompió dentro de mí y luché mucho para contener mis lágrimas y mantener mi postura.

Me dirigí a mi primera clase y al entrar en el aula ya estaban todos dentro, la sala se inundó de murmullos y yo seguí hasta el final; me senté detrás del chico más guapo del lugar, ese que jamás en su vida había volteado a mirarme, pero que también había sido el único que nunca se burló de los chistes que hacían los demás de mí; siempre le agradecí en secreto por eso.

Al final de la clase fui a los bebederos y allí estaba de nuevo el, uno de los chicos más guapos de la escuela, Dylan; estaba recargado en la pared hablando por teléfono; al percatarse de mi presencia, colgó y comenzó a caminar justo hacia mí.

-Hola Merry.

Dijo sin mirar mis ojos, estaba recorriendo mi cuerpo con la mirada, lo cual me hizo sentir extrañamente orgullosa.

una psicópata sexy (abstenerse de leer si eres sensible) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora