Capítulo 2 : Más preguntas que respuestas

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̶   Mako... Hey Mako... Makoo... ¡Mako!

̶   ¡Aaah! ¿Qué pasó? ¿Por qué me despiertas a gritos Tam?

̶   Levántate que ya llegamos.

̶   Podrías haber sido un poco más suave.

̶   Tuve que hacerlo, hace 15 minutos que te estoy llamando. Tienes el sueño demasiado pesado.

̶   Suelo tener el sueño pesado en los viajes.

̶   Se nota. Bueno apúrate que Nora ya se debe haber cansado de esperarnos.

̶   Tranquila Tam, seguramente aun no comienzan a bajar las cosas del autobús, sabes que son muy lentos con el equipaje.

̶   ¡¿Cómo puedes estar tan tranquilo!? No puedo dejar de pensar en que habrá sido de Fayron. Espero que Nora tenga una buena explicación para esto.

̶   Tienes que tranquilizarte, después de todo, solo nos fuimos de vacaciones unos días a Ushuaia ¿recuerdas?

̶   Si... Si tienes razón... Sólo fueron unas divertidas vacaciones en la sur, nada más.

̶   ¿Estás mejor?

̶   Si, mejor. Gracias Mako.

̶   Siempre es un placer, bien, hay que irnos.


Los dos bajaron del autobús tratando de parecer lo más tranquilos posibles, la estación estaba llena como de costumbre en la capital, la gente se amontonaba como si eso hiciera que su equipaje saliera antes y ellos no eran la excepción. apenas consiguieron sus bolsos trataron de acercarse rápidamente a la entrada en búsqueda de la mentora de Tamara, la doctora Nora Lorna, una mujer de mediana edad, casi tan alta como Makonnen, de cabello gris plateado que siempre tenía sus distintivos anteojos rosas.


̶   ¡Aquí chicos! ¡Holaa!

̶   Allá está Mako ¡Hola Nora!

̶   ¿Cómo han estado chicos? Los extrañé más de lo que podría admitir ¿Qué tal el viaje?

̶   Muy bien la verdad, esa siesta durante el viaje sí que me recargó las pilas. Gracias por esperarnos doctora Lorna, tardaron demasiado en sacar nuestras cosas.

̶   Me lo imaginaba, aunque pensé que te habías quedado dormido Mako.

̶   Tal vez, solo un poco.

̶   Digamos que fue un poco de las dos cosas.

̶   Bueno ya es hora de volver al laboratorio, hay mucho que hacer. Además seguramente tienen más cosas que contarme de su viaje, supongo.

̶   No se imagina cuantas.


Entonces cargaron las cosas al pequeño auto de la doctora rumbo al laboratorio de HumaCorp en el centro Buenos Aires, a unos cuantos kilómetros de la concurrida estación.


̶   Cuando lleguen seguramente el director va a querer ver cómo están sus "queridos niños" así que preparen un lindo relato de sus "vacaciones" para que no se preocupe, luego vengan a mi oficina para que veamos que pudieron averiguar. Sé que ahora deben tener muchas dudas sobre lo que pasó ahí, la verdad es que yo también, pero hablaremos de eso más tarde, por ahora no se preocupen más que por hacer feliz al director.

̶   Está bien Nora, déjanoslo a nosotros. Estoy ansiosa por saber más de lo que pasó en ese lugar, pero más que nada, que fue del pequeño Fayron.

Los Espectros ElementalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora