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•22•

-¿Dan?.

Entre a la casa sin hacer ruido. Estaba todo en silencio, pero pude ver una sombra en la cocina, Me encamine hacia ella, encontrandome a Dan preparando café.

Lucia sensasionalmente bien.

Sus ojos viajaron a mi y permanecieron sobre los míos unos segundos antes de girarlos y darse evuelta, dejándome la vista únicamente de su espalda espalda desnuda.

-¿Que haces aquí?.

-Bueno, teniendo en cuenta que es mi casa también.. -. Bromee, pero el no rió -. Dan, quiero hablar contigo.

-¿Vendrás a restregarme en la cara que preferiste a esos chicos que a mi?.

-No, vengo a explicarte por que no me vine contigo.

Se dio la vuelta y me miro en silencio. Estaba de mejor humor y no estaba borracho, así que todo seria mucho mas fácil.

-Te escucho.

-No seas tan seco, Dan -. Le pedí suspirando.

Me acerque a el y sin poder evitarlo lo abrace. Lo quería, lo adoraba en realidad y eso no cambiaría por nada del mundo.

-Solo quiero que entiendas que no fue por Niall, o por Harry -. Rodo los ojos -. Es por mi. Por primera vez estoy pensando en mi y en lo que quiero -. Explique.

-¿Entonces tu querías dejarme?.

No lo respondí con un si, porque no pretendía alejarme de el, pero tampoco podía decirle que no.

-Dan, constantemente tengo miedo de hacer algo que a ti no te guste. Tengo miedo de que te descontroles suficiente como para..bueno -. Me miro tenso, y supe que había pensado en su padre y la situación similar que mantenía con su madre -. Eres una excelente persona, pero yo estaba enamorada del Dan que me ayudo tanto hace siete años.

-Ese Dan no esta.

-Lo se, y se que hay alguna chica que se va a enamorar del nuevo Dan. Se que yo no soy fácil y estoy tan agradecida contigo por haberme ayudado tanto que no me alcanzara la vida para demostrártelo -. Sonreí con ganas, recordando los momentos que había pasado con Dan los primeros días en su casa -. Me salvaste. Tu, Alessia y Sarah me salvaron la vida, y es lo que he querido hacer contigo durante tanto tiempo.

Me miro confundido. Estaba calmado y parecía entenderme, lo que me tranquilizo enormemente. Parecía ser mi Dan. El de siempre.

-Quiero ayudarte a mejorar, porque se que tu tampoco estas conforme con este tu -. Asintió un poco, de acuerdo con lo que decía -. Pero no puedo ayudarte si yo también estoy mal, y lo estoy. Estuve en el hospital ya, y no pretendo volver allí.

Su ojos me observaron llenos de culpa, seguramente lamentándose por no haberme apoyado por haber estado hospitalizada.

-Gio, lamento..-. Vi sus ojos llenos de lagrimas.

Mi corazón se rompió al verlo de aquella forma. Me acerque a el y volví a abrazarlo.

-Esta bien.

-No lo esta. Te deje sola.

-No estuve sola -. Porque no lo había estado

Dan no sonrió, pero asintió y suspiro.

-Nuestra relación es toxica y no hace mas que dañarnos a los dos. Quiero lo mejor para ti, pero también para mi, y juntos no esta eso mejor.

Sentía un peso menos de encima. Se sentía tan bien soltar todo.

-Supongo que tienes razón.

-Te amo, con todo mi corazón - Asegure. No tenia ninguna duda de ello -. Así que te voy a ayudar, te prometo que lo voy a hacer y quiero que comprendas que no estoy haciendo esto por terceros, ni porque no quiera estar contigo -. Aclare -. No me voy a separar de ti, me vas a tener en tu vida hasta el ultimo día y vas a contar conmigo por siempre, Daniel.

Sonrió. Estábamos llorando los dos, pero a pesar de que era un momento triste, no pude evitar emocionarme porque habíamos progresado en algo, y aunque no era demasiado estaba segura de que íbamos a salir de todo juntos, y muy pronto.

-Eres sensacional, Giovana. Lamento no haber sido el mejor este ultimo tiempo, yo..- Suspiro, y restregó sus ojos. Los míos se llenaron de lagrimas -. Realmente lo siento, se que soy un imbécil, se que la cague y te perdí, pero aunque me convierta en el hijo de puta mas grande del mundo, no te alejes, por favor. Lamento no haber sido suficiente para ti.

-Te juro que no lo voy a hacer, y también que no te vas a volver ningún hijo de puta. Tu fuiste suficiente, pero es hora de seguir adelante.

-Harry es un suertudo -. Bromeo, limpiando mis lagrimas. Sus manos acariciaron mis mejillas y me miro sonriendo.

No estaba molesto. No estaba herido, el estaba feliz.

Estaba feliz porque yo no lo dejaría. Me sentí completamente en paz, porque había terminado mejor de lo que esperaba.

-Eres un idiota. No tengo nada con Harry.

-Sigo siendo celoso, pero debo admitir que le gustas, en realidad le gustas.

Frunció el ceño y yo me reí.

-Estas delirando.

-No, y a ti te gusta el. Vamos, si vamos a ser amigos debo acostumbrarme.

Tenso un poco la mandíbula. Lo acaricie y le sonreí, dejando el tema de Harry a un lado.

No me gustaba, y yo no le gustaba.

Bien, no era demasiado cierto, pero ese no era el punto en aquel instante, ni el momento para hablarlo.

-Eres la madura en la relación, que puedo decirte -. Murmuro -. Te voy a extrañar, Gio.

-Y yo a ti.

-Gracias por todo esto. Eres la mejor chica que existe.