Capítulo 4

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Y llegó la hora, la esperada 13:30. El despacho de la directora estaba que rebosaba de personas, de sonrisas y de alegría. La felicidad era palpable por todos los rincones de la sala. Todas las caras expresaban sincera emoción, bueno, excepto una, la de Harry Potter. Su cara lo único que expresaba era verdadera decepción. Aunque la directora le había dicho que Malfoy no le acompañaría tenía la esperanza de que tal vez se presentase en el último momento, esperanza no por verle, si no por poder viajar con alguien ya que no tenía muy buenos recuerdos de su primer viaje por la Red Flu.
McGonagall comenzó a hablar, y con ello cortó el hilo de sus pensamientos.
-Me alegro de ver que han sido muy puntuales esta vez. Y de que no haya tenido que castigar a nadie quedándose en Hogwarts -dijo fijando su mirada en Harry-. Antes de llegar allí quiero decirles que como vea un mal comportamiento en algún alumno, por muy mínimo que sea, le mando de vuelta; y lo digo muy enserio. Como ven, aquí hay habilitadas cuatro chimeneas así que hagan filas detrás de cada una.

Nada más pronunció estas palabras todos los alumnos (junto con sus parejas) salieron disparados a cada chimenea, todos luchando por ser los primeros de la cola.

-Muy bien, ahora que la primera pareja de cada fila se meta dentro de su chimenea correspondiente -dicho esto todas las primeras parejas dieron un paso hacia delante para meterse por completo en esa estructura-. Cuando todos tengan los polvos en su mano, quiero que los lancen a la vez y digan bien alto y claro Bournemouth, es muy importante que lo pronuncien correctamente ya que no nos podemos permitir que acaben en cualquier destino. Dicho esto, ¡arrojen los polvos!

Todos los que se encontraban dentro de las chimeneas arrojaron los polvos perfectamente coordinados y gritaron con mucho empeño (tal vez demasiado) el lugar que McGonagall les había indicado.

Y se repitió el mismo proceso hasta que todos los alumnos ya habían desaparecido. Sólo quedaban en el despacho la directora y Harry.

-Potter si quiere le puedo acompañar -hasta ella había notado lo solo que se sentía, pensó Harry con amargura-

-No se preocupe directora, estaré bien -dijo intentado mostrar una sonrisa que al final acabó como una mueca-.

-No se sienta tan solo, al fin y al cabo cuando llegue ya tendrá a su compañero.

-¿Malfoy ya se encuentra allí?

-Sí, su compañero tuvo que irse antes de que llegasen todos los demás.

-Ah -Harry alzó los hombros con indiferencia pero en verdad le intrigaba un poco el porqué ya nunca estaba entre todos-.

Dió la charla por terminada y se metió completamente en una de las chimeneas, agarró los Polvos Flu, los arrojó con fuerza y se aseguró de pronunciar el nombre correctamente.

Harry sentía que iba desfallecer por el camino, sentía como sus órganos se estrujaban y se espandian a la vez, llegó a pensar que algo había salido mal y que moriría por el camino. Cuando pensaba que estaba apunto de desmayarse notó como sus pies tocaban el suelo provocando un golpe seco.

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¿Cómo creéis qué reaccionará Harry al encontrarse con Draco?

Besos a través de la pantalla ❤️

SobreVIVIENDO (Drarry/Harco) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora