Mimi, con sus ocurrencias, se sube a horcajadas sobre Miriam y me dice: -¿Ah si, Leona? Te gustamos ehhh.
Ana no tarda en seguir a Mimi y se tumba al lado de ellas acariciando los costados de Miriam.
-Creo que me pasa lo mismo que a Miriam.-Dice tímidamente, un poco avergonzada incluso.
-Osea, ¿Miriam Rodríguez y Ana Guerra me acaban de decir que les gusto? Estoy viviendo un sueño. Como diría mi querida Africa: !QUÉ FANTASÍA!
Miriam escondía su cara en la almohada avergonzada mientras Ana reía del comentario de Mimi.
Una estampa bastante graciosa a decir verdad.
-Pero Miri, amor, no te escondas. Que no pasa nada peque.- Decía Ana.
-Venga Leona, un abracito sí nos das ¿no?- Proponía Mimi.
Un poco a regañadientes, Miriam sacó su cara de donde la tenía enterrada y se tiró encima de ellas dándoles un abrazo de osa.Ahí en ese mismo momento, algo en su cabeza se encendió, y ahí empezó, o continuó todo.
Miriam empezó a besar el cuello de Ana mientras su mano buscaba tocar la piel de Mimi por debajo de su camiseta.
Que poco duró la ropa allí donde estaban.
Entre besos y caricias se quitaron hasta la última prenda de sus cuerpos, ni un sujetador, ni un tanga, nada, no quedó nada.
Y ahí estaban ellas tres, lamiéndose, oliéndose, saboreando sus pieles.
Su instinto más animal y primario salió a relucir en esa cama, en esa habitación, que al acabar la noche, tendría mucho que contar.
El primer orgasmo se lo llevó Ana, que disfrutaba de la boca de Miriam en sus pechos y sus manos apretando sus glúteos mientras Mimi, la más experta en ese aspecto, la hacía disfrutar de un sexo oral, con más bien poca penetración.
Gemía sus nombres y se quedaba muerta en la cama, respirando entrecortadamente mientras se recuperaba.Bueno chicxs , aqui otro capitulo, siento que no estoy teniendo el mismo apoyo que antes, pero bueno, para septiembre ya iré subiendoas seguido