BangChan empujó bruscamente el cuerpo de JeongIn y se abalanzó hacia adelante, con las venas sobresaliendo de su tensos brazos y los ojos más rojos que nunca.
— ¿Cómo mierda has entrado? —gritó; su voz haciendo eco en toda la habitación.
La rubia continuó con la mandíbula caída durante unos tres minutos más antes de romper en carcajadas y cubrirse sus aceitosos labios en un estado de shock.
— ¿Eres BangChan o estoy alucinando? —soltó, riendo a sus anchas, mientras negaba con la cabeza— Diablos, ahora entiendo por qué te haces tanto de rogar...
Bang adelantó un largo paso y lanzó una patada sobre una silla cercana, estallando un puño contra la mesa, al tiempo que sus músculos se estrujaban y comprimía ambas mandíbulas, rasgando sus dientes de forma violenta.
— ¿Cómo carajos has entrado?
— Tu sirvienta me abrió... —la rubia tomó un nuevo respiro y soltó otra carcajada, todavía agitando la cabeza— No sabía que eras... gay... ¿Y quién es este, eh? Creo que en hombres, no tienes buenos gustos.
Caminó hacia adelante con la misma sonrisa sarcástica en su boca y sus enormes tacos resonando sobre el suelo, colocando de repente toda su atención en JeongIn.
— ¿En qué instituto estás, cariño? No te he visto antes, ¿sí sabes con qué tipo de hombre te estás metiendo, verdad?
La muchacha estuvo al borde de volver a reír, pero su voz se ahogó cuando la mano de BangChan se prendió de todos su cabellos, sacudiendo su cabeza salvajemente para luego elevarla y estrellarla contra la pared en un golpe seco.
— Channie, cálmate... —la susurrante y quebrada voz de su empleado resonó en toda la habitación como el sonido del aleteo de un ave.
Sus ojos se volvieron hacia él sin soltarla y lo encontró con el rostro totalmente enrojecido y las lágrimas deslizándose por la curva de su nariz y de sus labios.
— ¿Channie? —la rubia intentó empujarlo, al tiempo que la risa alborotaba su boca— ¿Tú le dejas llamarte de esa manera? ¿Tú, Bang Christopher? No puedo creerlo, debo estar teniendo una especie de pesadilla cómica...
La regresó a mirar, encontrándose con sus irónicos ojos verdes y sin pensárselo ni un segundo más, aprisionó su cabellera entre sus dedos y empezó a arrastrarla con fuerza hacia la calle, ignorando sus gritos y los gritos nerviosos de JeongIn, que sollozaba suplicándole que se calmase. Abrió la puerta y sacudió su cuerpo de un lado a otro, aunque la tipa solo se reía y fingía pedir auxilio.
— ¿Es tu novio? Yo venía a invitarte a la fiesta de esta noche y mira con lo que me encuentro, ¿no quieres ir conmigo? El instituto se jodería de risa si se entera de esto.
— Di una sola palabra y estás muerta —masculló contra su oído, tirando más de su cabeza hasta hacerla gruñir— Créeme que estás muerta.
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❝Inocencia pasional.❞ ━ ChanIn.
Romance⠀⠀⠀⠀ Hay cinco cosas que vuelven loco a BangChan. 1: La forma en la que el rostro inocente de JeongIn se torna carmesí cuando él le susurra cosas indebidas al oído. 2: Como JeongIn desciende la mirada cada vez que lo siente cerca. 3: Como JeongIn...