Ellyse era una mujer de 37 años, que vivía sola en un piso de Nueva York. La gran ciudad le había llamado la atención desde que era pequeña y por eso decidió residir allí.
Desde hacía varios días, Ellyse había estado recibiendo unas cartas muy sospechosas, muchas de ellas daban miedo.
La última que recibió dice lo siguiente:
Érase una vez una pequeña mujer que no podía hacer nada por sí misma. La mujer creció y se mudó a la ciudad y allí encontró la eterna felicidad, sin embargo, tuvo que sufrir mucho para ello.
Ellyse no entendía nada, por lo que todas las cartas iban a parar al mismo sitio: la basura.
La noche del 26 de Enero, algo extraño ocurrió. Ellyse se despertó y a los pies de su cama se encontraban todas las cartas que había estado tirando a la basura durante días.
La mujer se levantó de la cama muy asustada y comenzó a inspeccionar su piso. No había nadie. Se dió la vuelta para volver al dormitorio y desde la lejanía pudo ver cómo alguien se encontraba en su cama. Sentado/a e inmóvil, observando en silencio.
La mujer decidió llamar a la policía sin apartar la vista de la persona intrusa. Nada más acabó la llamada, la persona desconocida se acercó corriendo a nuestra protagonista.
Cuando la policía llegó, se encontraron a Ellyse riendo compulsivamente en una de las esquinas de su habitación. No podía hablar, solo reír. Por ello, se pasó el resto de sus días encerrada en un psiquiátrico, riendo sin parar.
La felicidad eterna.
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Vivencias oscuras
Horror¿Deseas ver el lado oscuro del ser humano sin ningún tipo de censura? Con esta serie de relatos cortos podrás conocer auténticas barbaridades que las personas pueden llegar a hacer.
