Capítulo 6

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Día 5
«Sólo eres un pasatiempo, no te ilusiones»

Al día siguiente, me encontraba sentado en la orilla de mi cama, mirando hacia el suelo, no pude dormir en toda la noche, cada que cerraba mis ojos venía aquel recuerdo de lo que había pasado con Nathaniel, me sentí especial por tan sólo unos minutos, pero siento que para él ni siquiera significó nada. Soy tan tonto, sé perfectamente que él sólo juega conmigo, pero el simple hecho de amarlo me ciega a la realidad, no puedo ni siquiera poner un alto, es cómo que mi mente me dice detenlo, pero mi corazón me dice que lo siga intentando. En serio lo amo, es mi alfa soñado. Tal vez estoy exagerando, apenas empezamos a hablar y seguramente por eso actúe así, tal vez sólo es cuestión de tiempo para que me acepte, si eso es.

Me levanté de la cama sujetando mi mochila, salí de casa caminando hacia el instituto, no tengo mucho ánimo pues no e dormido nada, tampoco e comido nada, me compraré algo en la cafetería de la escuela, seguidamente una rica taza de café me ayude a despertar muy bien. Minutos después al llegar al instituto noté que no habían muchas personas, al menos así podré tener un poco de paz hasta que las clases inicen, me fui a mi salón dejando mi mochila en mi respectivo lugar, cómo me gustaría estar en el mismo salón que Nath, pero no me quisieron dar mi traslado, puede que sea por que ya casi salimos de clases, no estoy dispuesto a perder un año, mi padre me mataría a golpes, es mejor aguantar y pues quién sabe si el otro año si nos toque en el mismo salón, quién quita hasta nos podemos sentar juntos, sería un sueño hecho realidad.

Caminé hasta la cafetería, pero conforme avanzaba podía escuchar unas risas, unas muy reconocidas. Me acerqué al salón dónde provenían, los primeros lugares estaban vacíos, era lo que podía apreciar desde el ángulo en el que estaba, asomé más mi cabeza hasta los asientos finales, pude apreciar a Nathaniel y a Marinette besándose, algo que rompió mi corazón por completo, mis piernas temblaban, mi respiración se agitaba un poco, no quiero llorar, pero no pienso seguir callando.

— ¡Nathaniel! — Grité, mientras entraba por completo al salón.

— ¿Qué quieres? — Pregunté separándome de Marinette, ella se levantó y salió de ahí pues justamente su amiga había llegado por ella.

— ¿Por qué demonios haces esto? ¿Por qué juegas conmigo? — si, definitivamente estaba a punto de llorar, noté cómo él reía y se acercaba a mí.

— ¿Por qué me reclamas? — Lo sujeté del mentón haciendo que me viera — ¿Si te recuerdo de quién estoy enamorado?

— Pensé que tú sentías algo por mi, considerando lo que pasó anoche en mi casa, no puedo creér esto.

— ¿Yo, algo por ti? No gracias — Lo acerqué más a mí, susurrando en sus labios — Tú sólo eres mi pasatiempo, no te hagas ilusiones, conformate con saber que sólo eres mi juguete en caso que Marinette no pueda estar conmigo o cosas así — Lo solté y lo alejé de mí, salí de aquel lugar yendo a buscar a mis amigos.

— Eres un maldito... —Susurré dejando caer varias lágrimas, no puedo creér lo que e escuchado, fue peor de lo que pensaba, mis ilusiones se están yendo poco a poco, mis oportunidades con él desaparecen a cada instante.

Caí al suelo de rodillas, llevé mi mano derecha a mi pecho, justamente del lado de mi corazón, pues esa parte me dolía, tanto cómo una puñalada. Mis lágrimas salían más constantes, ¿acaso no soy atractivo? ¿qué tengo de malo? ¿Por qué no puedo hacer que un chico se interese en mí? Unos minutos me bastaron para llorar a mi antojo, me levanté y salí corriendo de ahí, hasta llegar a mi casa. Entré sin darle la cara a mi madre, sólo me fui a encerrar a mi habitación, me recosté en la cama abrazando con fuerza una almohada, juro que ésta vez no me pienso dejar de nadie, seguiré con mi plan de 30 días, total ya e soportado 5, mantendré mi promesa pues yo jamás las rompo, pero si se llega a enamorar de mí, juro que me vengaré de la misma manera... Me vengaré de él...

Io chiedo solo... 30 giorniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora