Capítulo 3.
Y ahí se encontraban los dos, mirándose directamente a los ojos, con una sonrisa en sus rostros y con la emoción a flor de piel. Se podía decir que ambos se encontraban sumergidos en un mundo en el que solo existen ellos dos, esta sería una de las tantas citas que han tenido pero aun así la magia seguía ahí, el amor seguía ahí y lo más importante, ellos seguían ahí, dando su cariño uno al otro.
—¿Te he dicho que te vez hermosa con ese vestido?—Preguntó Aaron alagándola una vez más, por otra parte, Delilah quien se encontraba tomando la mano de Aaron, esta esbozó una sonrisa y pronunció:
—Lo has mencionado 10 veces en toda la noche.
—Pues lo volveré a decir. Estas hermosa —dijo él y ambos soltaron una risita.
Se encontraban en un lindo restaurante, meseros paseaban de mesa en mesa para tomar los pedidos de las personas, el ambiente se encontraba tranquilo, con un rico aroma y sobre todo esas miradas de aquellos dos jóvenes enamorados. En conclusión, una noche perfecta.
—Aaron, deja de comer tanto. La cuenta saldrá peor de lo que cuesta un auto —bromeó Delilah al observar que su novio comía como si hubiese pasado hambre durando días. Aaron soltó otra carcajada y la miro con cierta diversión.
—No puedo parar, esto está delicioso —pronunció saboreando la comida que yacía en el plato. Delilah esbozó una sonrisa divertida y negó.
De pronto, comenzó a sonar una linda canción que para los dos resultaba relajante. Esta provenía de unos cuantos músicos que se encontraban en aquel pequeño escenario, los dos admiraban aquel gran talento y la soltura que tenían para tocar aquellas melodías tan hermosas. Luego de que la presentación acabó Delilah y Aaron se sentían satisfechos con aquel manjar, así que decidieron marcharse antes de explotar o salir rodando por las puertas de aquel fino restaurante.
—Definitivamente, esta es la mejor noche de mi vida —suspiró Delilah recargando su cabeza en el haciendo del auto de Aaron, este la observaba con aquel típico brillo en sus ojos, admirando cada silueta del rostro de su chica. Al instante, ella se sintió observada por la mirada de su novio y sin previo aviso se sonrojó como un tomate provocando que una sonrisa apareciera en el rostro de Aaron.
—Te vez tan hermosa cuando te sonrojas —pronunció con un cierto toque de ternura en su voz.
—Quizás deba hacerte sonrojar más seguido —musitó Aaron en el oído de Delilah y esta sintió que su rostro estallaría en cualquier momento. Esta esbozó una sonrisa apenada, le dio un corto beso a Aaron y se dispuso a salir del auto pero enseguida se vio detenida por las manos de su novio.
—¿Enserio te despedirás con ese beso tan simple? —pronunció haciendo un puchero. Delilah lo observó con una ceja alzada y se volvió a introducir en el auto causando que Aaron sonriera satisfecho.
Delilah se acercó a Aaron para plantar otro beso en sus labios pero este fue más rápido que ella y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba casi encima de Delilah, este movía sus labios con desesperación y como si fuese el último beso, en ese mismo instante el celular de Delilah comenzó a sonar, pero como era de esperar ninguno de los dos le prestó atención y siguieron con lo suyo.
Ambos se separaron por falta de oxígeno, y sus miradas se conectaron, satisfechos y con las respiraciones aceleradas.
—Te amo —susurró Aaron y enseguida Delilah esbozó una sonrisa.
—Te amo —pronunció ella con el mismo tono de voz que su novio y así salió del auto sin quitar la gran sonrisa de su rostro. Segundos después de que Delilah se introdujera en su hogar, el auto de Aaron se desplazó a través de las calles solitarias.