parte 21.

40 5 0
                                    

Han pasado un par de días, el dolor sigue siendo agonizante y cada segundo es peor al anterior. Aún no lo acepto, aún pienso que al bajar las escaleras lo veré sentado acomodando sus monedas.

¿Puedes hablarme un rato papá?

Me estoy haciendo daño, no he salido de casa; mañana sería el entierro de mi papá. ¿Cómo lo iba a enterrar? Si ni quiera estaba asimilando que me faltaba. Jamás pensé llegar a sentirme de este modo, es increíble verme tan vulnerable.

Alana y su familia han estado muy pendiente de mi estos 3 días. Están preparando todo para la cena de fin de año y estoy invitado.

Pero siendo sincero conmigo mismo, no quiero salir a ningún lado quiero seguir en mi depresión,quiero seguir  estando con mi papá. Él estuvo tan apegado a su casa, que siento que solo está aquí, que si me voy a otra parte el no me va a seguir, él se quedará en su casa.

Sigo muy frágil.

Me llega un mensaje de Alana.

-Hey, Luke ¿Cómo estas? ¿Quieres que me quede hoy contigo? A sí vamos mañana juntos al funeral, mejor dicho, así no te dejo solo ni un minuto antes ni un minuto después de que eso suceda.

-Hey, es algo ilógica tu pregunta.
No lo sé Alana, como mejor te parezca.
Lo siento, solo que estoy algo sencible ahora ¿Lo entiendes?

-Te comprendo muy bien, iré y si te sientes cómodo conmigo ahí me quedo, si no me devuelvo a mi casa y te dejo tranquilo ¿Ok?

-ok.

Odiaba ser cortante con Alana, solo que, ahora no estaba para nadie, no estaba ni para mí mismo.

Seguí analizando lo que estaba pasando y no podía creer que mi padre ya no estaba, el dolor consumía mi pecho...

Caigo de espaldas en el sofá, miro el techo y después de un momento cierro mis ojos.
Me hace abrirlos de nuevo el sonido de algo cayéndose al suelo en el piso de arriba, eran monedas.

Cierro los ojos de nuevo.

-Papá cuanto lo siento.

Dije después que había dejado caer unas de las monedas de papá.

-Esta bien pequeño, solo debes tener más cuidado.

-¿Aún me dejaras jugar con ellas?

-Solo si dejas que mami te llamé una sola vez, quiere hablar contigo.

-¡No! No quiero hablar con ella, papi no dejes que se acerque.

Digo mientras corro y me cubro con las cortinas del cuarto de papá.

-Esta bien ¡Anda, juega con las monedas!

-Solo te necesito a ti papá.

Dije después que me tiré sobre el para abrazarlo.

-Estoy contigo, nada te hará daño.

-¿Siempre estarás conmigo?

-Siempre.

Una lágrima brota sin abrir los ojos.

Escucho el timbre, era Alana.

Me pongo de pie y respiro profundo, pasó la manos por mi rostro para secar las lágrimas.

-Estas bien Luke, lo estás.

Me digo a mi mismo mientras camino a la puerta.

-Hola Miller.

Dice Alana tan tiernamente, con una bolsa en su mano.

-Hola Adams.

Se tiró y me abrazo, mi quijada quedaba por encima de su cabeza, es tan pequeña, tan frágil.

Levanto la mirada y veo al señor Adams en su carro saludando con la mano, le respondo del mismo modo y arranca.

-Entonces... ¿Me quedo?

-Ya que, tu papá ya se fue.-Digo serio.

Vi como sus mejillas se enrojecierón inmediatamente, ella es tan expresiva, siento que con solo mirarla un rato ya la conozco.

-Estoy mintiendo, quédate por favor.-Digo apoyando mi cabeza en su hombro.

-Luke eres un idota, pero que quedaré.

Llegó élWhere stories live. Discover now