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-- ¿Que diablos? --- dije en voz alta y lleve mi vista hacia atrás.

-- ¡shh!  --- dice el para que me calle. El llevaba puesto una capucha oscura y con el gorro puesto.

-- ¡Me puedes matar de un susto! -- escupi algo molesta.

-- lo siento amor -- me dijo mientras escurria hacia atrás su gorro.

Se acerco más a mi casi quedando a la par. Busco mi mano para que roza con la suya hasta que metio sus dedos para que entrelazaran los míos.
Al principio me negué pero le correspondí segundos después. 

-- tenemos que hablar -- me susurro cabiz bajo. Su rostro no estaba tan seguro de lo que me quería decir.

-- Marío ¿yo?.... -- no me dejo terminar porque me dejo callada.

Me tomo de el brazo derecho y me jalo hacia el. Se acercó a mi y en un suspiro sus labios acariciaron los míos. Me negué a responder el beso y aprete mis labios entre si. El vio que me estaba resistiendo así que me topo mas a el y entrelazo sus manos en mi cintura.

-- ¿Te seguirás negando? -- me pregunta y alza una ceja

Afirme con la cabeza mientras seguía apretando mis labios.

-- ¿Qué tienes aquí? -- me pregunta asombrado y toca un mechón de mi cabello.

-- En don..... -- no me dejo terminar porque sus labios me atraparon. Al principio su beso fue algo suave hasta que empezó a morder mi labio inferior. 

-- ¡Ay! -- chille de dolor. De tantas mordidas que sentía , senti que me estaba desgastando el labio.

Se alejó de mi y me dejo de besar. Pego su frente a la mía.

-- quiero explicarte las cosas --     por su altura mis ojos lo veían hacia arriba.

-- dime que no fue verdad lo que dijo la porrista -- le dije con temor. De nervios a su respuesta me mordió mi  labio inferior. 

-- ¡¿Veras?!  -- volteo sus ojos  hacia arriba.

-- ¡Entonces es verdad Marío! --  chille molesta. Lleve mis manos a su pecho y lo empuje para atrás. Eso fue suficiente para alejarlo de mi.

-- ¡Tienes que escucharme! -- exclamo.

-- ¡No quiero!  -- le conteste.

Lo que tenía temor alguna vez... se esta volviendo realidad.      

-- déjalo así -- le dije y sentí mi voz se quebrarse.

Me di media vuelta para empezar a caminar y dejarlo atrás.

-- ¡Por favor! ¡Escúchame Jane! -- susurro a mi oído.

Yo pegué un salto del susto.

-- ¡Déjame! -- escupi molesta.

Intente quitar sus manos que apretaban mi abdomen.

-- No lo haré.  ¡Hasta que me escuches! -- me dijo y me apretó más fuerte hacia el.

Prácticamente sus cachete estaba rozando con mi oído.
Sus manos parecían cadenas que me tenían atada a el por detrás.

La lluvia no se dejó esperar más y empezó a gotear.

-- ¿Marío nos podemos ir? -- le dije.

El solo negó con la cabeza.

-- si nos vamos, tú te irás para tu casa y ya no me vas a querer escuchar -- me dijo cerca de mi caballetes.

Eres Mia Nerd 2da TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora