Todo aquello que nunca te dije.

I

Supongo que puede que sea demasiado tarde, pero ya sabes lo que dicen, más vale tarde que nunca.
Aquí me tienes, la misma tonta de siempre. La misma enamorada de siempre. Aquella que daba todo y mucho más por ti. Y creo que lo sabes de sobra, o al menos, deberías saberlo...

Hoy, al pasar por nuestro mismo banco de siempre me he preguntado qué será de ti. Dicen por ahí que ahora andas enamorado con esa nueva chica que te hace tan feliz. Y, entiende mi frustración cuando me digo a mi misma: ¿Cómo te va a hacer ella tan feliz si no te quiere ni la mitad que yo?
Y ahora mismo, apuesto mi corazón (que por cierto, no está cubierto por ningún seguro) a que ella no baja las escaleras igual de nerviosa que yo lo hacía, porque sabía que al salir de mi portal me iba a encontrar aquella sonrisa reluciente de nuevo. Aquella sonrisa, tan inmensa e infinita donde era imposible no perderse.

Y me despierto de mis pensamientos, y me choco con la realidad, y me doy cuenta que ese banco esá vacío, y que ninguna pareja lo va a llenar de tanto amor como el que yo te di a ti.