Aún recuerdo, cuando me sentía la chica más feliz del mundo por estar a tu lado. Que dibujaba corazones en tu espalda desnuda cuando te quedabas dormido. Que te susurraba canciones de Extremoduro y Melendi al oído, y tú te morías por besarme el cuello. Que eramos diferentes a los demás, y no queríamos París como ciudad del amor, sino Italia.
Y que quieres que te diga, me has dejado como está Roma: en ruinas.
Me acuerdo, que te gustaba observar las nubes y buscarles formas. Que eras un revolucionario, y a mí me encantaba verte luchar por tus ideales, mientras yo luchaba por no perderte. Que me enseñaste el lado bonito de la vida, y me enseñaste lo que era el amor.
¿Sabes? Me encantaba jugar a ser astronauta, y perderme entre tus lunares y tus pecas. Y recuerdo tu sonrisa, cada vez que te decía algo cursi. Y recuerdo mi sonrisa, cada vez que te acercabas a mi boca. Y, puedo recordar perfectamente que me llamabas pequeña, y sin embargo, me hacías sentir la chica más grande del mundo.
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Todo aquello que nunca te dije.
Teen FictionDicen que las palabras se las lleva el viento, y yo guarde la mayoría de ellas por miedo a perderlas.