CAPÍTULO IV

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CAPÍTULO IV

Sentí como el depredador me empujaba y acorralaba en una pared sus ojos color carmín me observaban con superioridad, dominando.

La cazadora se encontraba detrás de él con sus ojos de luna llena sin mover un solo dedo.
Mi respiración era entrecortada y mi estado mental no me permitía mover un solo músculo.

El depredador colocó mi cabello hacia atrás dejando mi cuello expuesto para él, me encontraba completamente a su merced, sometida por sus manos que colocaban las mías arriba de mi cabeza. Veía un punto fijo en la oscuridad ¿Así iba a morir?

De su boca se asomaron unos afilados colmillos, sus orejas ahora eran puntiagudas y sus ojos mostraban mi muerte.
El aspecto de mi amiga(si la podía llamar amiga)era el mismo.

El depredador se acercó a mi cuello en un último intento lo golpeé en sus genitales ocasionando que me soltara dándome oportunidad de escapar, pero no mucha.
La cazadora me regresó a mi misma posición en sus ojos veía el hambre, pero algo más tal vez ¿Arrepentimiento?

–Muy bien terminemos con esto–habló el afectado por mi golpee acercándose
–Espera–le dijo la otra

Me dirigió una mirada de lástima y negó.

–No
–¿Que?
–¡Que no!–lo empujó desatando una pelea de colmillos y puños a una alta velocidad que apenas podía visualizar.

Mi amiga llegó a darle cuatro golpes en su cara y una en la rodilla que parecía afectarles más que los míos.

Aproveche su descuido y corrí lo más rápido a punto de salir del callejón.

–Se escapa–grito la voz femenina

Y nuevamente fui presa del hombre.

Unos pasos se acercaron a mi, el depredador estaba a punto de matarme y entonces

–Por favor–susurró–la quiero–lloro
–¿Que?–preguntó
–¡Que la quiero!–grito–por favor Brand

¿Brand? ¿Brandon?

Me observó con sus ojos carmín, en los míos solo le suplicaba por mi vida.
Gruño soltándome bruscamente dejándome caer en los brazos de Romi.

–Lo hago por ti Romi–habló Brand
–Gracias–susurró–perdóname Mei–se dirigió ahora a mi

Pero antes de abrir la boca y mandarla al carajo paso la palma de su mano en mi campo visual.
Abrí los ojos encontrándome en mi habitación, la luz del día ,que era leve porque estaba nublado, se asomaba ir mi pequeña ventana.

La puerta se abrió dejando ver a una mujer de unos treinta y algo de cabello castaño claro y piel aceitunada con unos ojos de mi mismo color.

–¿Mamá?–hable en un bostezo–¿cuando regresaste de tú viaje?

Por el trabajo que tenía mi mamá la obligaban a viajar continuamente así que solo la veía una vez a la semana que podía ser cualquier día.

–Anoche–respondió–justo antes que volvieras
–¿Volviera?–pregunte curiosa
Asintió–Si ¿Acaso no recuerdas?–negué, ella suspiro–llégate anoche a la nueve en un taxi con la madre de Romina y está, dijeron que te quedaste dormida en su casa por festejar tu cumpleaños

No podía respirar.
El día anterior había ido a un club con Anne, Martina y Romina. Espera ¡Martina y Anne!

–¡Oh Dios mío!–exclamé-Martina y Anne–intente levantarme, pero mi madre me detuvo
–Ellas llegaron bien a sus respectivas casa, es más...–quiso añadir–llamaron para preguntar como estabas, pero tú ya estabas durmiendo

UNA ARISTOCRACIA VAMPÍRICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora