UNA ARISTOCRACIA VAMPÍRICA

CAPÍTULO XX

CAPÍTULO XX

–Me pase ¿No?–habló a la pelirroja
–Un poco, si–responde mirando al frente como yo
–Me siento una completa imbécil, mala amiga y persona
–No te lo tomes personal, yo se los eh reprochado también–dice
–Si, pero es diferente–aclaró mi garganta–...es decir tú los conoces más tiempo, más...
–Siglos–pronuncio la palabra como si fuera un chiste–Si se una variedad de cosas sobre ellos y mucho tiene que ver con su pasado

Trague en seco.
Esas palabras Su Pasado habían abierto algo en mi, curiosidad, de sobre el pasado familiar y perturbador de los primos si; sin embargo, las dos cazadoras son un misterio eterno para mi.

–Pasado...–murmuré esa palabra

Yo cree un pasado con solo relacionarme con inmortales sangrientos.

–Así que los vampiros quieren matarme por envidia, por miedo a que reveles nuestro secreto
Asintió–podemos llegar a ser muy estirados, pero también miedosos

Rodé los ojos, pues claro que si, eh apreciado la personalidad de los dos aristócratas (bueno ahora tres) y las dos cazadoras, aunque, los primeros son muchos más soberbios.
No me molesta, ya estoy acostumbrada.

–No puedo hacer esto–solté, mi labio inferior temblaba y mis ojos sé cristalizaron–no puedo...–murmuré

Sentí un nudo fuerte en el estómago junto a unas inmensas ganas de vomitar, trague una buena cantidad de saliva que, por un momento, se detuvo en mi garganta y provocó que casi me atorara. Era como tragar lava ardiente.
Observé mis manos con miedo y me pareció por un momento ver manchas de sangre.

Me siento una asesina, una asesina de recuerdos, una ladrona de memorias, una sicária de emociones.

–¿Estas lista?–pregunta Nefera
Asiento–Vamos–susurró

Abro la puerta del Jeep Commander negro de la cazadora pelirroja.
Llevo unas botas militares junto a un jeans negro y una blusa rosada con escote tapada por una casaca militar.
Nefera tiene unos jeans plomos con una blusa dorada escotada y de ombligo descubierto con unas sandalias de tacón rojo.
El viento azota mi cabello y al ver la puerta de mi casa me dói cuenta que pronto está ya no estará abierta para mi.

"Es por su bien" pienso para sentirme mejor, pero solo logro amenazar con volver a llorar.
Muerdo mi labio y evito soltar un gemido.
Mi madre aquella que me da la vida, se olvidará de todo.
Nuestras peleas.
Nuestras reconciliaciones.
Nuestros tratos.

–No se si pueda hacerlo, Nefera–gesticule en un hilo de voz–y si mejor me borran la memoria
Niega con la cabeza–Lo echo, echo está recuerda que esto es solo una excusas que los traidores utilizan para convencer a las demás clases sociales de ir contra la aristocracia–vote todo el aire que contuve–sin embargo...–alce la vista esperanzada–lo puedo hacer aquí y ahora, te olvidarías de este mundo y todo lo vivido, de mi, de Romina
–"De Brandon y...Darson"
Asintió–si también de ellos, pero es tu decisión–tenso su mandíbula–te borró la memoria y olvidarías todo dejándonos con un problema ocurrido indirectamente por ti

Abrí mis ojos con desespero, en otras palabras me estaría limpiando las manos. "Hola, soy Meina Leger eh venido a hacer un desmadren en su mundo para luego irme y dejarlos a que lo arreglen solos ¡Gracias!"
No podía hacer eso. No soy la única en este barco Romina también podrá ser castigada fuertemente y tal vez...