PREFACIO

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Durante la historia universal que ha acontecido el vivir del ser humano, la ley del más fuerte ha sido aplicada de forma rigurosa y estricta. La violencia, el poder y la avaricia ha llevado a la humanidad al desarrollo tecnológico armamentístico y al declive de la moral.

La paz ha sido el recurso al que se ha recurrido para finalizar las guerras, pero simplemente es la excusa de los débiles para evitar el fracaso a causa de la toma de sus decisiones. El miedo de perderlo todo a causa de tus convicciones es el típico reflejo de alguien patético herido por su incompetencia.

Se ha logrado mantener que el que quiere lo obtiene. Mujeres, dinero, poder, miedo, respeto y quizás admiración, son los elementos necesarios que tiene todo Rey para controlar a sus súbditos; la justicia por su propia mano en algunas ocasiones se considera como el mejor correctivo para controlar a aquellos que osan perturbar la integridad personal y social de una comunidad.

En el momento de consolidar al líder supremo de toda una especie, las fortunas y la suerte están de su lado. La escasa empatía es el mecanismo idóneo para imponer la autoridad y la tortura como el arma más sutil para controlar alguna subversión. En las relaciones interpersonales, suele pasar algo similar.

El control sobre la otra persona es la parte fundamental de una relación para no tener como resultado el dolor y el rompimiento del corazón. La racionalidad es el método que se debe utilizar para poder sobrellevar una relación estable y evitar el drama que conlleva cualquier altercado entre las partes.

En algunas ocasiones (por no decir todas) la manipulación es el arma que todo guerrero debe aprender para sobreponer su voluntad. Para este tipo de interacciones sociales, pensar y actuar con cabeza fría se convierten en la estrategia principal para salir victorioso ante cualquier situación adversa que se presente.

Día y noche las mujeres suelen desear un compañero que perturbe su forma de vida de una forma especial y quizás mágica. Sin embargo, son consideradas como simple peones para obtener una victoria o un heredero. Sus sentimientos las ciegan y son vulnerables para cualquier ataque que un hombre pueda hacer en su contra.

Patéticas por naturaleza y débiles de pensamiento; se guían por sus instintos como simples animales y no por lo razonable que se presente en su diario vivir. Fáciles de manipular y difíciles de desechar... desde las humanas hasta las mujeres lobo, son cortadas con la misma tijera.

Son presas de sus deseos y víctimas de sus fantasías, de allí que se pueden obtener en menos de una hora. Cualquiera que desee a un hombre lo obtiene, pero acarreando las consecuencias del sufrimiento por sus propios y descarados caprichos.

Este soy yo, Thomas Steven Roosevelt Rey Alfa de los hombres lobo y conquistador de mujeres. Casanova y un patán, es de lo que se me ha acusado y sentenciado a una vida en donde las mujeres son un simple objeto fácil de obtener y difícil de desechar.

Unas cuantas palabras de amor, citas y alguno que otro regalo son la combinación perfecta para tener a cualquiera a mis pies. Mi interés por encontrar a la adecuada es igual al interés que tiene el ser humano por proteger a las moscas. El alma gemela que tanto han buscado para mí, servirá para ser incubadora personal y ya.

No me he interesado siquiera por conquistarla al tener la seguridad de que se enamorará de mi. No estoy obligado a quererla pero si a engendrar un hijo con ella. No quiero compromisos ni jurar amor eterno, lo único que deseo es deshacerse de ella lo más pronto posible.

Estoy seguro que ella morirá por mí y disfrutaré como lo hace. Ella no será un igual, será un rival y juro solemnemente ante la Diosa Luna no morir ni suplicar amor, por la mujer que sea destinada para mi.

My QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora