Winter Butterfly (Cryle - Traducción)

Entumecido

He estado escuchando sinfonías antes de que todo lo que escuchara fuera silencio. 

Una rapsodia para ti y para mí. 

Y cada melodía es atemporal. 

La vida me estaba atando.

Luego viniste y me soltaste. 

Estaba cantando solo. 

Ahora no puedo encontrar la clave. 

Sin Ti

-Symphony, Clean Bandit

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Al despertar, lo primero que vio Kyle fue el rostro de Stan; profundos ojos azules estudiándolo. Hablaba, claramente, porque sus labios se movían, pero no podía distinguir las palabras. Adormilado, cambió su enfoque por un momento, un vaso a medio beber de vino tinto brillando bajo la luz del sol invernal; casi parecido a un rubí perfecto. Sonrió lentamente, disfrutando de esta imagen, este pensamiento; le pareció particularmente romántico. No le dolía que la suave música de violín llenara su mente.

"Amigo, ¿podrías quitarte estas cosas mientras hablo contigo?" La voz de Stan finalmente irrumpió, atravesando la música y el romanticismo respectivamente. Kyle miró hacia arriba y vio que se había quitado los auriculares, haciendo que los ruidos apagados del apartamento se enfocaran completamente. Él gimió.

"Dios, ¿qué hora es?" Se sentó y se estiró, disfrutando de los estallidos que recorrían su columna vertebral; el alargamiento. Solo había tenido la intención de cerrar los ojos durante unos minutos, pero parecería que esos minutos se convirtieron en unas pocas horas.

Tirando los auriculares a un lado, Stan suspiró mientras estudiaba el rostro de Kyle; su aspecto despeinado. Tenía la intención de darse una ducha antes de cerrar los ojos, pero eso se había quedado en el camino, y ahora la tarde se había alejado por completo de él. Tomando nota del reloj sobre la estufa, vio que ya eran más de las 5; ¡Había dormido tres malditas horas!

"Pensé que ibas a hacer algo para el baby shower esta noche", dijo Stan, arqueando una ceja. "Se lo prometimos a Bebe. ¿Recuerdas?"

Kyle puso los ojos en blanco y se puso de pie, bajándose la camiseta amarilla y sin importarle que chocara con su cabello. Tampoco le importaba que fuera la camisa con la que se había despertado. Al ir a la cocina, tomó un plato de cuadrados de Rice Krispy y se los ofreció a Stan para que los viera, sintiéndose extrañamente triunfante.

"Incluso agregué chispas de chocolate", se jactó, señalando los cuadrados cuidadosamente cortados, todos cubiertos con plástico y listos para usar. Volvió a dejar el plato, se apoyó en la encimera y se cubrió la cara con las manos, gimiendo. "Además, ni siquiera quiero ir a esto. Tú ya lo sabes".

Stan guardó silencio por un momento, pero Kyle podía sentir sus ojos perforando un lado de su cráneo. También podía sentir su desaprobación, lo que solo aumentó su agitación.

"Lo prometiste," respondió Stan, simplemente. "No solo a Bebe, sino también a mí. Me lo prometiste, amigo."

"No es como si nada de esto importara", dijo Kyle, apartando las manos de la cara y hundiéndose un poco, con la esperanza de ser la imagen misma de la miseria puesta. Stan solo lo miró impasible antes de pasar una mano por su cabello, mirando a su alrededor.