Att: El Chico Que Robó Tu Libro

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¿Qué? ¿Acaso me veo como alguien que usa tacones? O mejor dicho...¿Cómo a alguien que le gusta usarlos?¿Fácil? Me parece una falta de respeto, la verdad.

Jamás, y repito, jamás he usado tacones ¿por qué rayos lo haría? Ya de por sí me canso con sandalias, tenis, zapatillas, zapatos, hasta con las chanclas, si de mi dependiera, usaría todo el tiempo a Babybu y a babuby; son mis pantuflas de oso panda -mis favoritas- son tan cómodas, suaves, acogedoras, calentitas... Son lo mejor en calzado para dama, caballero, niña, niño, abuelo.

Está Científicamente comprobado.

Desde que llegué a casa he estado practicando un montón con los tacones de mamá y son insoportables, no he parado de caerme o doblar los pies como un pequeño ternero recién nacido dando sus primeros pasos.

Un total desastre.

Hubiese preferido que el reto fuera ponerse un pescado en la cabeza y andar así por el Instituto.
Pensandolo bien... Eso sería una muy mala idea. Si no como pescado, mucho menos voy a ponerme uno en la cabeza ya que, por si no lo había comentado, soy Vegetariana lo que significa que no como ningún tipo de carne, sólo consumo cosas como leche -me encanta la leche- queso, mantequilla, huevos y esas cosas, pero no carne, nunca carne.

Con mis pies a doloridos me abro paso hacia mí casillero.
Cabe admitir que las personas no han parado de mirarme raro por mí particular caminar. Es que pereciera como si estuviera caminando sobre clavos en llamas.

He de verme muy graciosa.

Al imaginarme caminando me río de mi misma.

Cuando llego a mi casillero, lo abro e inmediatamente un pequeño papel color verde sale de éste.

"Aún no te he visto, pero apuesto a que estás preocupada por tu preciado libro.

Att: El Chico Que Robó tu libro."

¿Pero qué carajos?

Alguien tiene mi precioso libro, sabe que es mío y no le veo ganas de devolverlo. Por ningún lado.

Mi mirada busca a algún posible sospechoso, pero nadie se ve interesado por mi reacción.

No había pensado en mi libro hasta el día de hoy.

¡Qué maldita tragedia!

Refunfuñando y maldiciendo en voz baja con mi cuaderno de física y mi cartuchera pegada a mi pecho, me abro paso entre los estudiantes hacia el salón de Física. Estando a unos pocos pasos de la entrada, un cuerpo me hace tirar mis cosas al piso.

-¡Fijate por donde vas, idiota! — grito exasperada.

Me agacho para recojer mis cosas, pero al parecer la otra persona también tiene los mismos planes ya que terminamos golpeandonos la cabeza. Me quejo de dolor.

-Lo siento, lo siento, lo siento -se disculpa una voz masculina y varonil.

Subo la mirada y me encuentro con el rostro de mi agresor.

Uno de los estúpidos amigos de Blake Weller.

-Hayden ¿verdad? -Pregunta levantando una ceja.

-Hayden Dupont, sí -Le aclaro - ¿Y tú eres...?

-Ouch, eso duele -se ríe, yo levanto mis cejas, espectante - Soy Axel Dalton -Extiende su mano para que la tome.

-No es un gusto conocerte -le tomé la mano -Si me disculpas...-dejo la frase en el aire y me doy la vuelta.

-Espera -me detengo -Deberías reconsiderar lo de salir con mi amigo Blake.

Me volteo para encararlo -¿Por qué debería hacerlo?

-Porque es un gran avance para ti.

-¿Pará mí? ¿Un avance de qué?

-Posición Social -lo dice como si fuera lo más obvio -Él está en el grupo de los populares, tú en cambio no estás en ningún círculo social, no tienes amigos. Tú no eres nadie.

— Y tú  Eres un idiota, igual que tu amo Blake —Le sonrío con hipocresía.

No puedo evitar que me duela lo que dice y es que tiene razón, no soy nadie. Desde que... Él se fue prácticamente me la paso metida en los libros y no me dan demasiadas ganas de convivir con otras personas. Prefiero estar sola y por eso mismo soy invisible.

-No lo digo con ánimos de ofender - se excusa -, pero en serio deberías salir con él, te convendría.

-No y mi respuesta seguirá siendo no hasta el fin de los tiempos, así que por favor no molestes más con eso. Adiós.

Sin dejarlo responder, termino mi camino hacia el salón de física y como siempre, me siento en el puesto del final. Tampoco es que vaya a poner mucha atención.

El maestro llega al salón y se me hace muy extraño que Hardin aún no haya llegado, ya que él es uno de los primeros en llegar. Siempre.

-El día de hoy vamos a... - el sonido de la puerta lo interrumpe.

Lo primero que se me viene a la mente es Hardin, pero me llevo la decepción más grande al ver que sólo es Blake.
Pongo mis ojos en blanco por acto reflejo.
El maestro y Blake hablan entre sí y luego el busca con la mirada un puesto. Cuando me ve, sonríe y me guiña un ojo, para posteriormente con un movimiento de cabeza hace que Liam Williams - Quién está a mi lado - se quite de su puesto y se vaya a sentar a unos cuantos puestos del mío.

Las horas transcurrieron como siempre; aburridas, con algunos pispeos de parte de Blake hacia mí, obviamente lo ignoré, de lo único que tenía ganas era de que ya fuera la hora de salida para llegar a casa. Y ahora que estoy en casa sólo quiero tomar una siesta antes de que mi madre y mi padrastro lleguen. Y lo haré, la tarea de historia puede esperar.

Mi sueño se ve interrumpido a los pocos minutos por el sonido del timbre.

Pinche vida de caca.

Me paro con flojera y voy a la puerta. Mi cabello rojizo debe estar hecho un desastre, teniendo en cuenta que me quedé dormida en el sofá. Cuando abro la puerta quedo sorprendida al ver quién se encuentra en la entrada de mi casa.

Y sólo una pregunta se viene a mi cabeza.

¿De dónde consiguió mi dirección?

...

He pensado en pausar la historia... Permanentemente, lo que conlleva a no actualizar más.

¿Están de acuerdo ó sigo?

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Cómo Ser Perfecta y No Morir En El IntentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora