El niñero es mi omega (JOHNDO)

Parte 2

Johnny le sonríe, deslizando sus dedos y agarrando el culo de Doyoung con ambas manos, apretando las mejillas y luego extendiéndolas ampliamente, exponiendo su enorme agujero.

-¿No quieres juegos previos?- bromea con voz áspera y Doyoung se queja.

-¿No hemos estado haciendo eso por semanas?- él responde. -No quiero tomar esto con calma. Quiero tu nudo, y lo quiero ahora-.

-Insistente-, regaña Johnny. Él empuja la punta de su polla en el culo de Doyoung, empujando lo suficientemente fuerte como para deslizar la cabeza, luego se queda quieto. Doyoung se queja y trata de empujar hacia atrás, pero Johnny se aferra a sus caderas, manteniéndolo inmovilizado contra el mostrador. Él trabaja la cabeza un poquito más profundo, luego se retira hacia atrás hasta que esté casi libre del borde apretado de Doyoung. Él continúa los pequeños movimientos, follando a Doyoung con solo la cabeza de su polla hasta que Doyoung presiona impacientemente sus manos contra el mostrador y empuja contra su pecho. Johnny anticipa el movimiento y no detiene a Doyoung, y el gesto abrupto obliga a Doyoung a regresar a la polla de Johnny. Ambos juran cuando Johnny se sienta completamente dentro de Doyoung, con las bolas apretadas contra la parte posterior de los muslos de Doyoung.

-Oh, joder-, gime Doyoung, casi sin aliento mientras se mueve contra Johnny, esforzándose un poco más hasta que su trasero presiona las caderas de Johnny, llevándose a Johnny lo más profundo que puede. -Dios. Johnny.

-Dime qué quieres, bebé-, murmura, pero en lugar de responder, Doyoung toma su mano y la tira hacia adelante. Johnny capta la indirecta y envuelve sus dedos alrededor de la barra de hierro de la polla de Doyoung, acariciándola lentamente mientras retrocede, luego se mueve hacia adelante. Doyoung balancea sus caderas, empujando hacia adelante en el apretado puño de Johnny y luego nuevamente sobre su polla.

-Necesito que me folles como si fuera tu juguete personal. Necesito que me llenes-, respira Doyoung.

-No te detengas-. Johnny gime. Sus caderas ya están acelerando el paso, y Doyoung se escapa más resbaladizo cuando Johnny lo folla, levantando su polla simultáneamente. Doyoung deja caer la cabeza en sus brazos, que está doblada sobre el mostrador, y extiende las piernas aún más para permitir que Johnny se profundice con cada empuje. Se ha reducido a gemidos cortos y estremecedores y su corazón tartamudea cada vez que las caderas de Johnny se balancean hacia adelante.

Él golpea profundamente el culo de Doyoung mientras Doyoung descansa felizmente contra el frío mostrador de granito y toma cada empuje, el aire se llena con el sonido de las caderas de Johnny chocando con la parte posterior de los muslos de Doyoung. No pasa mucho tiempo antes de que Johnny decida que necesita más, y envuelve un brazo alrededor del pecho de Doyoung y lo levanta. Doyoung inclina su cabeza lo suficiente como para que Johnny pueda inclinar su boca sobre la de Doyoung, y los labios de Doyoung se separan debajo de él. Johnny gime contra la suavidad y resbaladiza de ellos, su lengua saborea hasta la última gota del sabor embriagador con el que ha fantaseado desde el día en que Doyoung entró por su puerta. Su mano libre se desliza sobre el pezón de Doyoung, tirando de él con dos dedos y luego frotando círculos flojos sobre él con la yema del pulgar. Doyoung gime bajo la intensidad del beso y sus caderas comienzan a engancharse hacia arriba en el agarre de Johnny, y Johnny puede oler lo cerca que está de acercarse. Folla hacia arriba con golpes cortos y duros, sus muslos y bolas ahora empapados con la mancha de Doyoung, y suelta un fuerte suspiro cuando Doyoung rompe el beso y grita.

-¡Joder, Johnny, voy a venir, voy a-!- Doyoung solloza cuando su cuerpo se encoge y se aprieta, y Johnny acaricia su polla a través de cada chorro, y tira de los armarios debajo de la encimera. Trabaja Doyoung hasta que su polla está vacía y se retuerce de la sobreestimulación. Tirando lentamente, su propia polla aún dura, roja y moviéndose ligeramente, Johnny respira hondo. El olor de venir, y resbaladizo, y Doyoung lo abruma y nada su cabeza. Doyoung se apoya contra el mostrador, con las piernas temblorosas, y Johnny aprovecha la oportunidad para ponerse de rodillas. Antes de que Doyoung sepa lo que está haciendo, Johnny tiene las mejillas abiertas y la lengua entre ellas, lamiendo la mancha que prácticamente gotea por su grieta. Gimiendo, Doyoung se retuerce hacia adelante y luego contra la lengua de Johnny.