Kerfuffle ● Namjoon & Jin | +18|

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Namjoon separó mis piernas con una de sus manos y se colocó entre ellas, yo seguía totalmente quieta y esperando cualquiera de sus movimientos. Tomó mi mentón y levantó mi rostro, sus labios estaban entreabiertos mientras se inclinaba un poco y poder unirlos con los míos.

Con una valentía que pocas veces aparecía en mi,   lo tomé de la camisa y comencé a desabotonar uno por uno los botones  que mantenían aquella prenda en su cuerpo y que estaba apresurada por quitar, lo necesitaba. Necesitaba sentir sus manos en mi piel y sus labios húmedos en los míos para tratar de calmar esta necesidad que sentía por el moreno que se encargaba de quitarse su playera de una manera casi violenta, no pude evitar no tocar aquel duro abdomen que me hizo suspirar con solo tocar la dura y caliente piel. 

—tienes unas manos demasiado inquietas, bebé—susurró cerca de mis labios, lento sus labios estirarse al sonreír—quiero disfrutar y adornar cada parte de tu piel con mis labios, lo he deseado e imaginado por bastante tiempo que me estoy conteniendo demasiado

—¿porque te contienes?—susurré

—No quiero ser demasiado duro contigo—sentí un escalofrío en mi espalda cuando su mano acarició delicadamente mi mejilla

—Quiero conocerte Namjoon, en todos los aspectos—pasé mi lengua por sus labios, escuché como un jadeo se escapó de ellos.

Las manos de Namjoon bajaron por mis brazos hasta llegar a mis muñecas, se inclinó poco a poco sobre mi cuerpo hasta dejarme acostada sobre la cama, sus manos presionaron las mías sobre el colchón y sus largas piernas retenían su peso a los costados de mi cuerpo. Estaba totalmente indefensa ante el, podía hacer lo que quisiera conmigo y yo no pondría mayor resistencia.

En sus ojos había un brillo excitante y cautivador al mismo tiempo, sus labios entre abiertos e hinchados eran una llamada constante a probarlos y morderlos hasta cansarme de ellos, lo cual sería algo imposible.

Estaba cegada por el deseo y mi razón había quedado en algún rincón de mi cabeza donde no podía hacer ningún efecto en mi, solo quería sentir sus caricias y su labios, no me importaba nada más.

Sus labios bajaron a mi cuello, lo beso y mordió a su antojo, su mano bajo lentamente hasta tomar entre sus dedos uno de mis pechos y apretujarlo llenando su mano.

La pasión de ese momento era más que notable y eso me encantaba. No hay nada de malo en desear a alguien, es totalmente normal pero algo dentro de mi trataba de convencerme que esto estaba mal pero ¿cómo puedo estar mal algo que se siente tan bien?.

Tal y como había dicho, estaba recorriendo mi cuerpo con sus labios, besándolo en cualquier lugar que se le antojara hacerlo. Me mantenía acariciando su cabello y suspirando gustosa de sentir sus manos y labios sobre mi piel.

Cuando su boca continuó bajando por mi abdomen hasta llegar al inicio de mis bragas no pude evitar tomar su cabello entre mis puños, trataba de no hacerlo demasiado fuerte pero realmente la anticipación estaba nublando cualquier tipo de pensamiento congruente y la baja pero ronca risa que salió de la boca de Namjoon me hizo humedecerme más.

Sus manos bajaron por cada costado de mi cuerpo acariciando con lentitud hasta llegar a mis muslos, con cuidado una de su manos hizo a un lado la tela de mis bragas, sentía su respiración cada vez más cerca.

Un gemido salió de mi boca cuando dejó un beso rápido y ruidoso  sobre mi monte de Venus. Cerré los ojos dejándome llevar por aquellas sensaciones que abrigaban mi cuerpo.

Su lengua paseaba a lo largo de mis labios inferior y podía jurar que moriría de alguna falla al corazón en aquel momento. A Namjoon le gusta tomarse su tiempo, disfrutar de cada reacción que tiene mi cuerpo antes sus íntimas caricias por parte de su lengua. El aire me faltó cuando sus dedos separaron mis labios mayores y  sus húmedos labios cubrieron mi clitoris de un solo movimiento.