Parte 1: Amnesia

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Al fin después de un largo tiempo dormitando en esa cómoda cama decidí levantarme. Me costó mucho, estaba cansado, me pesaba todo el cuerpo y apenas me sostenía en pie. Lo veía todo borroso, tenía la cabeza embutida, me dolía y me sentía mareado. Las paredes que me rodeaban eran marrón tierra, y había un agujero redondo en ella por la cual entraba mucha luz. También había una estantería con muchos libros. Cuando logré tener una vista más clara me di cuenta de que no era una casa color tierra, ¡realmente estaba en una cueva! "No recuerdo nada" pensaba, "¿se me habrá caido una piedra en la cabeza? No, es muy poco probable, esta cueva es artificial, tiene ventanas, camas y estanterias, alguien debe vivir aquí. ¿Y si soy yo, el que vive aquí? Debería tener muy mal gusto".

- Veo que ya estás despierto. - Me sobresaltó un Shiftry desde el agujero que actuaba como puerta a mi espalda. - Sé que mi casa es pequeña, tiene mucho polvo y no es adecuada para recibir visitantes, pero era mejor que dejarte abandonado a tu suerte en el bosque.

- ¿Quien es usted?

- Soy Shiftry, te vi inconsciente en el bosque, así que te traje y te di una cama y una habitación.

- ¿Y dónde estoy?

- En el lago rojo. Seguro que tienes muchas preguntas, pero ahora que te has recuperado, tendrás que responder alguna que otra pregunta mía. Primero, ¿qué hacías en el bosque? ...

Después de un completo e incomodo interrogatorio, le expliqué que no sabía nada, excepto mi nombre, Riolu.

- Así que perdida de memoria, eh. Es un marrón.

- Sí, es tan extraño el hecho de despertar y no saber quien soy, si estoy en mi casa, donde está mi familia, si tengo una debe de estar preocupada... És una absoluta locura.

- ¿Y ahora qué? No puedes quedarte en mi casa para siempre.

- Como voy a saber a donde voy, si no sé de donde vengo. Tengo que encontrarle, a quien me trajo hasta aquí.

- Ese soy yo.

- No, no me refiero del bosque a aquí, sino de mi hogar al bosque. Recuerdo flashes de lo que era mi casa. Grandes rectangulos con casas dentro que eran capaces de tocar el cielo, cosas de metal que se movian por si solas, y... seres... muy altos, de piel rosada... y, y había algo mas... ugh. - gemí de dolor, la migraña habia vuelto por estrujar demasiado el cerevro.

- ¿Estas bien, chaval?

- Si, gracias. - dije mientras me ayudaba a levantarme de la cama.

- Bueno, de momento tendrás que ir a la escuela.

- A la escuela... Eso me suena, creo que alguna vez he tenido pesadillas con eso, pero no recuerdo que és...

- Pero que dices, cuando yo no era más que un Seedot me encantaba la escuela, un lugar donde aprender a luchar, hacer expediciones con tus compañeros, y si, tambien habian clases teóricas, pero no puedes hacer clases practicas sin clases teóricas. Te devertirás, chaval. - esa palabra tambien me trajo recuerdos de alguien revolviendome el pelo, pese a que solo era una silueta, me alegró verlo en mi cabeza. - Bien, pues tu quedate aquí, yo voy a hacerte una matrícula y a partir de mañana ya podras ir.

Shifty se fue y yo esperé ahí en la cama sin moverme, aun me sentía mareado. De repente vi algo en la ventana que se movió al instante. Fué en dirección a la puerta, y se paró. Salí de esa habitación hacia otra que debía ser el comedor, y me dirigí a la salida, que era el unico agujero con una puerta. Abrí y no vi a nadie, salí unos metros y por detrás me sorpredió alguien.

- Hola. - al oirlo salté como un gato. - ¿Tú eres un Riolu? Nunca habia visto ninguno, ni tampoco nadie que se le pareciese. - me decia un Pikachu. - Aquí siempre hay las mismas caras. Por cierto, eres familiar de ese gruñon, Shifty, porque tiene muy mala fama en los niños como tú y como yo. En fin... ¿Te he preguntado ya como te llamas? Diria que si, es que soy un despiste. Ah... - exclamó - si eres nuevo tengo que hacerte un tour, una lastima que hoy sea el ultimo día de fiesta, mañana tenemos escuela, sabes. Yo quería explorar los alrededores, pero supongo que como miembro de honor del gremio de exploradores junior, - dijo enseñando con orgullo una medalla de cartón que llevaba pegada al pecho. - tengo el deber de enseñartelo todo. Empezemos cuanto antes. - Me cogió de la pata y empezó a correr.

Después de casi una hora de tour por toda la villa, estabamos en nuestra última parada, un peñasco que por lo visto era la base secreta del gremio de exploradores junior. Desde allí veiamos el lago, que rodeaba la villa, y este empezó a bañarse en la anaranjada luz del sol que se ocultaba tras las colinas.

- Oye Riolu. - me dijo Pikachu. - ¿Qué haces aquí? En este pueblo solo hay viejos y sus hijos sin sueños que creen que deberán ocupar el lugar de sus padres, y sus nietos, cuyo sueño es huir de aquí.

- Yo... yo sufro amnesia, no recuerdo nada anterior a aparecer en casa de Shifty. Así que supongo que estoy aqui porqué no tengo a donde ir.

- Vaya... yo cuando crezca quiero ser como el fundador del gremio de exploradores junior, era un pokemon increíble...

- ¿Era? - repetí.

- Si, aun vive, creo, pero abandonó la villa hace un tiempo. Se fue para unirse a un gremio oficial, y no volvimos a recibir noticias de él. Mi madre dice que debería servirnos de ejemplo, pero yo, mi hermano y mis dos primas lo berenamos como a un heroe. - me quedé impresionado, parece que no era solo nerviosismo y energia, tambien tenia su corazoncito, tenía sueños y esperanzas, cosa que yo no. No tenía meta alguna.

Despúes de eso volví a casa y me cayó un buen sermón por parte de Shifty, pero al acabar me dijo que cuando él era pequeño también le gustaba escaparse de casa para poder correr increíbles aventuras, y que si no me alejaba demasiado, podía explorar los alrededores siempre que quisiera. Y me fui a dormir con una pregunta en la cabeza: ¿Cómo será una escuela para Pokémons?





Seedot seguía corriendo, los últimos rayos de luz se apagaban en el horizonte. Corría por miedo a que esa sombra le alcanzase, pese a saber que no lo perseguia, pero en ese momento se derrumbó. Era a causa del cansancio y del hambre. De repente oyó una rama rompiendose bajo unos pasos, se giró y vió una sombra mas negra que la propia noche. Se levantó y trató de reemprender su carrera, pero la sombra se paró delante suyo y le impidió avanzar. Una potente luz le cegó y volvió a caer al suelo. Entonces esa sombra con anillos amarillos brillando en la noche le mostró una placa de un gremio de investigadores.

- Estás bien niño. - le dijo la silueta sin forma ni rostro. A causa de su color era imposible verlo con claridad, pero le dió comida y le dejó usar su saco para dormir, parecía una buena persona. Entonces Seedot decidió que no podía esperar mas y le contó lo que había visto. Y ambos emprendieron un viage juntos hacía Cabo Esperanza, donde explicarian a un gremio de mucho renombre la historia de Seedot. Si llegaban, porque, lo supiesen o no, estaban siendo observados...


Pokémon mundo misterioso: exploradores de lo desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora