03. Tercera semana: Síntomas

3.2K 516 58
                                    

El miércoles de la tercera semana llegó, el día más agotador y menos esperanzador, el día en el que ves hacia atrás, en donde ya pasaste el aterrador lunes, sobreviviste al ajetreado martes y ahora ves tan cerca pero tan lejos el ansiado fin de semana. Lo único que quería era tener una noche pacífica, sin nada nuevo, nada que perturbara su rutina, pero eso no fue posible. Se sentía demasiado incómodo porque, aunque odiaba admitirlo, le había gustado soñar con aquel chico. Su sueño no fue nada pervertido, simplemente la escena de aquella conversación se repitió una y otra vez en su mente, como un disco rayado.

—Ugh, el café está demasiado amargo —se quejó JongDae—. ¿Tú preparaste esto KyungSoo?

Y aquí venía la primera queja.

—Oh, Dios mío, es verdad —le dio la razón MinSeok—. No creo que KyungSoo lo haya hecho, ¿no es así?

Muy apenado tuvo que admitir que sí había sido él. —Lo siento —se disculpó—, estoy con gripe y las pastillas me tienen adormecido.

—No pasa nada —le dijeron.

Le desearon que se mejorara, y él por dentro pedía lo mismo.

Más tarde en la cafetería se encontraba solo porque sus compañeros habían decidido ir a comer afuera. De hecho, JongDae había invitado a MinSeok a comer, y éste había aceptado gustoso. Esos dos se estaban llevando mejor que nunca, y él comenzaba a sentirse un poco celoso, puesto que lo dejaban de lado más seguido.

—¿Sus compañeros no vienen a comer hoy, sunbae? —le preguntó aquella voz conocida.

KyungSoo alzó la mirada y efectivamente se encontró a aquel chico con el que había soñado durante toda la noche. Sus mejillas enrojecieron involuntariamente y deseó huir muy lejos de ahí.

—¿Puedo hacerle compañía, entonces?

No sabía por qué, pero su cabeza asintió sin que su raciocinio conectara antes con sus acciones. Ahora, lo tenía en frente disfrutando de su plato de comida, mientras que él no podía tocar ni una sola gota del suyo.

—¿No tiene apetito? —señaló—. ¿Desea que le traiga algo diferente?

KyungSoo negó con la cabeza, su cerebro había perdido la facultad del habla.

—Por favor, coma —le pidió casi como una súplica.

No pudo negarse, y pronto se encontró embutiéndose varias cucharadas de su comida, como si su cuerpo se manejara a base de las indicaciones del otro. JongIn sonrió satisfecho, su superior le había hecho caso y por fin podían disfrutar ambos de su comida.

El horario de refrigerio transcurrió muy despacio o al menos así le pareció a KyungSoo. El chico le contaba sobre lo que había estudiado, que durante bastante tiempo se encontró haciendo prácticas en distintos sitios y que en ningún lado se había sentido a gusto. Todo eso cambió cuando encontró a alguien que le hizo reflexionar acerca del trabajo y sobre su vocación. Entonces, decidió tomar su consejo y entrar a esta empresa en donde se sentía muy bien. KyungSoo lo escuchó atentamente, todo el mundo a su alrededor se desvaneció y eran solo ellos dos. Se dio cuenta de que debía volver a su sitio, cuando el menor le indicó la hora y se despidió de él.

—Ah... sunbae... ¿puedo llamarlo hyung? No me malinterprete, pero se siente muy distante llamarlo de esa forma —le había pedido antes de despedirse.

—Claro —respondió, porque le era muy díficil decir que no a alguien y mucho menos a este chico. Además, la palabra "hyung" no sonaba tan mal en su boca.

—De acuerdo, hyung, nos vemos mañana.

Se despidió dejándolo a él con otro torbellino formándose en su interior.

El tiempo en la oficina pasó demasiado lento, pero pudo sobrevivir al fatídico día. Sin embargo, cuando el final del día llegó, su cuerpo volvió a traicionarlo, dejándolo imposibilitado de conciliar el sueño.

Al día siguiente se despertó con terribles ojeras que intentó disimular con un poco de maquillaje. Aunque le puso empeño para disimular, su observador —y metiche— compañero, Kim JongDae, tuvo que hacer un comentario al respecto.

—KyungSoo, no te ves para nada bien, ¿no pudiste dormir?

Él fingió una sonrisa. —Es la gripe, aún no se me pasa.

—Debes ir al doctor, no es normal que una gripe no se te cure en una semana.

—Sí, eso haré —respondió no tan seguro de si eso era una mentira o realmente consideraría hacerlo.

Más tarde, cuando todo el mundo se fue, KyungSoo se quedó solo en la oficina terminando unos cuantos cuadros que aún le faltaban. Estaba tan concentrado que no tenía cabeza para nada más ni mucho menos para notar que alguien se había colado en su área.

—¡Hyung!

El llamado le hizo saltar de su asiento.

—Lo lamento, no quise asustarle —se disculpó el joven con una expresión triste.

—Oh... No te preocupes, me sorprendiste —respondió una vez que recuperó el aliento.

—¿Se va quedar a hacer horas extras?

KyungSoo negó. —No, ya termino.

—¡Genial! Salgamos juntos.

"¿Salir juntos?", KyungSoo quiso preguntar, pero el chico ya había tomado asiento a su lado, esperando a que terminara su trabajo para poder hacer lo que había propuesto. KyungSoo se dedicó a terminar su cuadro lo más pronto posible. Una vez que lo logró, apagó la computadora y alistó su maleta para salir. De camino a la estación, el muchacho le contó cómo había estado su día y lo bien que todos lo trataban en la empresa. No obstante, aún estaba insatisfecho con algo, le había contado acerca de la persona que lo inspiró a entrar a la empresa, pero que no había tenido muchos avances en acercársele, aunque mantenía la fe de que poco a poco lograría ser su amigo.

KyungSoo no entendía por qué le contaba todo eso, pero lo que menos comprendía era por qué se sentía tan mal cuando lo hacía. Por alguna extraña razón quería ser aquella persona a la que JongIn deseaba ser cercano.

¿Por qué quería eso? Nunca había sido codicioso ni mucho menos había sentido envidia por alguien.

KyungSoo tomó el bus primero porque el menor había insistido en embarcarlo, no estaría tranquilo si se fuera antes que su hyung. KyungSoo decidió no insistir, y cuando su bus llegó partió hacia su casa. Una vez instalado en su departamento y arropado en su cómoda cama, se puso a reflexionar sobre lo que le estaba sucediendo. No era propio de él verse afectado por las palabras y acciones de alguien más. Era más que seguro que había cogido una enfermedad extraña y tal vez sería hora de visitar al doctor.


 Era más que seguro que había cogido una enfermedad extraña y tal vez sería hora de visitar al doctor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🦄
+++
Holi!
Tengo una pregunta para ustedes...
¿Alguna vez se han sentido como KyungSoo? 👀
Cuéntenme aquí abajito cuáles fueron sus síntomas del primer amor.

Y no te olvides dejar una estrellita aquí 🙆🏻‍♀️

~Nos leemos en el próximo capítulo~

Symptoms  ❝καιѕοο⁀➷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora