Prólogo

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Nadie quiere verme más, ahora solo existo en sus mentes, en la imaginación de las personas, algún día necesitaron de ayuda, pero hoy, aunque se requiera no se solicita.

Eh de disponerme a salir, no sin antes tomar mi saco, pues los rayos del sol son hoy más peligrosos que ayer, queman la piel, la dañan, la matan. Parece que todos se han acostumbrado a esta situación, hay gente en la calle, caminando, pasando, yendo y viniendo de un sitio para otro. Ya nadie mira para el frente, las miradas están fijas o en otro lado.

...CRASH!...

....

Un auto a salido de su carril y ha caído en el agua, el lugar del accidente se encuentra a una cuadra en linea recta, de aquí lo puedo ver, he de correr y ver que el auto ya está casi en su totalidad hundido y un oso de peluche parece indicarme que hay al menos dos pasajeros a bordo, el conductor y un infante; no hay tiempo que perder, doy un brinco al agua que se encuentra aproximadamente 5 metros debajo de mi, e intento buscar la puerta del conductor, la visión es muy reducida, apenas veo mi mano, el agua está turbia de tanta contaminación, encuentro la puerta, pero sigo sin ver mucho, la puerta no abre, el tiempo se acaba, tal vez pueda romper el vidrio trasero del coche antes de que este se hunda por completo, no tengo más que mis manos y unas llaves, el vidrio no cede, lo intento con todas mis fuerzas y solo se ve una pequeña fisura, no queda mucho, el auto pronto se hundirá, lo golpeo una y otra vez, hasta que finalmente se rompe. Estoy a punto de entrar cuando siento como mi saco me impide moverme más, me jala lejos del auto, como para quedarme quieta, pero no es que el saco haya quedado atascado, es un varón que me toma e intenta inmovilizarme mientras veo como el agua entra a cantaros por el vidrio roto, no puede ser, si ese pequeño no sabe nadar se quedará atrapado dentro del auto, lucho por liberarme de aquel hombre cuando de pronto otra figura aparece en el agua y se acerca al auto, entra por el vidrio trasero y después de unos segundos sale de nuevo, pero ahora en compañía de un cuerpo que no se mueve, al parecer han sacado al conductor, el auto se hunde, ya no se ve nada, el varón me suelta, me volteo para verlo mejor, pero este me da la espalda para subir por las escaleras y salir del agua, lo sigo y cuando llegamos al final de las escaleras veo una patrulla de policía esperando.

Last WomanWhere stories live. Discover now