¿POR QUE TARDASTE TANTO?
- ¡¡Hola!!
- Hola
- Te extrañe mucho, tardaste bastante e incluso pensé que me dejarías plantado.
- Vámonos
- Ok, está bien, hoy pase un día bastante largo porque ya tenía ganas de verte.
- Cállate necesito que estés en silencio.
- Pero, ¿Qué pasa?, ¿estas enojada conmigo o algo?.
- ¡¡Shh!!
Esto era extraño, primero llega tarde, y ahora estaba actuando como si no hubiera querido verme, no lo entiendo.
Acaso, ¿hice algo malo?, pero sino nos habíamos visto desde ayer.
- Sabes que te amo ¿Verdad?.
- Claro y yo a ti, por eso no entiendo porqué me estás tratando así, ¿Hice algo que te molestará?
- Escucha, no quiciera hacer esto, pero, de verdad no tengo otra opción, te juro que hice lo posible para que pudiéramos estar juntos y esto me duele mucho, sin embargo es mejor para los dos.
- ¿De qué estas hablando?.
- Shh ya casi es hora.
Ella empezó a llorar y la verdad no sabía que estaba pasando, en este punto estaba muy nervioso y no pude evitar preguntar repetidas veces que era lo que le pasaba, incluso intenté besarla pero...nada...solo me decía que callará y que a pesar de todo, me amaba.
Llegamos a una especie de edificio muy extraño y pasamos a una oficina en donde se encontraba un médico que se notaba algo serio e indiferente.
- Oye dime, ¿Estas enferma?, eso no importa, yo te cuidare y jamás te dejaré de amar.
- Cállate por favor, por ahora solo quiero que me dejes abrazarte y despedirme de ti, ¡¡Te amo!! Pero tengo que dejarte, por favor perdóname.
En ese momento sentí mucho miedo, ella me entrego al médico y le dijo:
- No le dolerá ¿Verdad?
- Apenas y sentirá un pequeño pellizco señorita, dígame , ¿Quiere las cenizas de su perro?.
- No, no podría soportarlo, solo me quedaré para ver que se duerma.
Pero, ¿Por qué? Yo siempre he sido fiel y la amo, ¿Por qué me dejaría aquí?.
El médico me cargó y me puso en una mesa metálica, comenzó a darme un masaje y me dijo al oído:
- Adiós pequeño, qué lástima, pero llegó tu hora, vete en paz.
Sentí un pequeño dolor y en unos minutos sentí mucho sueño, cuando estaba a punto de ceder, la vi por última vez y solo alcance a decir...
- Te voy a esperar del otro lado...
Fin.
Autor: José Mario Villagómez.