La hija del molinero

Dos.

Narradora:

A Cora la despertaron los rayos de sol que salian desde el agujero del granero desde el techo.

Se despertó, se vistió y fue para afuera.

Narra Cora:

Me desperté y mi padre no estaba, tal vez no llego anoche y se emborracho. No me gusta cuando se emborracha.

Cuando salí del granero vi a papá acostado en la mesa de afuera donde nos sentamos a comer algunas veces.

_¡Papá despierta!

Papá estaba tan ebrio que con suerte me dio un suspiro de esos que te dicen dejame dormir.
Tuve que sacar la carretilla porque mi padre no se digno ni a llevar unos 10 kilos de harina, papá tampoco soy tan fuerte.

Ya cuando llegue al reino, el rey estaba con la princesa Eva, detesto a esa princesa. Me a hecho mucho daño, más del que se pueda imaginar. Solo no me gusta.

Cuando entre la princesa me puso el pie y me cai dejando caer la harina al suelo y en los zapatos de la princesa.

El rey Xavier me amenazo diciendo que si yo no le pedia perdón de rodillas a la tonta princesa, no nos iban a comprar mas harina.

_Somos los unicos que vendemos harina.

_La pedire en otro reino.

Decidí hacer eso, no tenía elección alguna y tuve que pedirle perdón de rodillas.

Que vergonzoso, todo el pueblos se ríe de mi, decidí dar un paseo por el pueblo porque aunque fuera el hazmerreír no me importa lo que la gente diga.

Fui a la feria, el rey mando a anunciar que habrá una fiesta en honor a la princesa Eva.

Se me ocurre una idea loca.
Fui a donde venden vestidos, traía unas pocas monedas.

_¿¡Que!? 35 monedas de oro un vestido. Solo tengo de plata.

Por cierto, 5 monedas de plata equivalen a una moneda de oro, y yo tengo 20 monedas de plata. Eso serían 4 monedas de oro, si mi padre no se gastara todo el dinero podria comprar este hermoso vestido rojo.

Lo mas barato ni siquiera es un vestido, es una máscara. De que me va a servir una másca..., tengo otra idea. Comprare la máscara y me robaré el vestido, el plan ya esta hecho.

Me probé la mascara.

Es negra con plumas elegantes y hermosas, sin duda va a resaltar con ese vestido rojo.

Cuando fui a pagar la mascara, salí de la tiende y el vestido me esperaba afuera. Solo lo saque por la ventana de la tienda cuando nadie veía y lo conseguí.

Cuando regresé a casa, mi padre estaba acostado todavía, pero estaba con harina en su ropa y un poco de paja, supongo que si se había levantado a hacer las tareas.

Fui al granero y subí las escaleras, veran el granero tiene dos pisos y en el de arriba esta mi cama y la de mi padre. Y el techo tenía un agujero que todavía no lo reparamos.

Fui al baño que estaba al lado del granero, era como un cuarto pequeño donde habia una ducha y un inodoro obviamente.

Tomé una ducha, me encantaría que fuera con agua caliente. Después de darme un baño en la fría agua, me cambió. Sabian que pueden pintarse los labios con fruta, al menos esa es mi manera.

¡Ya estoy lista!