☁ OCHO

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Y lo que pasó una vez, pasó muchas veces más.

Doyoung estaba más que equivocado si alguna vez pensó que con una vez sería suficiente para apagar lo que sea que crecía entre ambos. Había pasado más tiempo en el regazo de Johnny del que una relación pasajera debía durar. La verdad es que amaba cuando en clases Seo era tan frío y calculador, sembrando el pánico entre los estudiantes, todos a excepción de él, y no solo era porque Doyoung era excepcionalmente bueno en la materia en cuestión, sino que también conocía que esto era una farsa.

Y le llevó meses darse cuenta de esto, y es que Doyoung amaba cuando entraba al salón de clases y el mayor lo recibía con una sonrisa. No estaba seguro de cuando habían pasado de solo follar con el clásico Lo veo en clase, Kim, a revisar exámenes juntos, a quejarse de cada uno de sus días y contar graciosas anécdotas pasadas, ¡Doyoung incluso había ido a la casa de Johnny! Su corazón se derretía de la ternura cada vez que lo recordaba: Los nervios del castaño al enseñarle la impecable casa, como este le había preparado una exuberante cena, lo atractivo y casual que se veía y la delicadeza y dulzura con que lo trató en toda la noche, increíblemente romántico. Doyoung ni siquiera se percató del momento en el que ellos comenzaron a hablarse de manera informal, sin darse cuenta cambió el John o Profesor Seo a un Johnny que sus labios pronunciaban con adoración, mientras que este solía llamarle por un lindo Doyoungie o inclusive por apodos.

Doyoung aprendió que Johnny no era nada de lo que aparentaba ser, y fue una muy grata sorpresa; aunque Taeyong se burlase de él diciéndole Estás tan enamorado, Dongs, no cambiaría nada de lo que había pasado en el último mes. Y, aunque a veces estaba aterrado por lo que sentía y cuando hervía de los celos, inseguro de ver a su profesor hablando con la profesora Sohee, toda esa desconfianza se esfumaba cuando Johnny lo miraba de esa forma tan afectuosa.

El clima era frío, Doyoung llevaba un suéter púrpura holgado, estaba en la comodidad de su casa, disfrutando de su té simplemente acostado en el sofá, cubierto por varias mantas; sus padres habían ido a una exposición del trabajo de su hermano, así que el hogar se encontraba silencioso, cosa que no solía suceder a menudo. Pero como su tranquilidad no solía durar mucho, su teléfono comenzó a sonar anunciando la entrada de una llamada, no vio quien lo llamaba, posiblemente Taeyong para distraerse o algo así.

¿Sí? ⏤ contestó con un bostezo. ⏤ ¿Diga? ⏤ nadie había contestado y pensó que tal vez era una llamada de broma, suspiró con irritación dejando su taza en la mesa y levantándose del sofá para mirar por la ventana, seguro era ese jodido niño que vivía a su lado jugando con él de nuevo. ⏤ Voy a colgar.

¡No! ⏤ Doyoung se sorprendió al escuchar la voz de Johnny, sentándose y cubriéndose con las mantas de nuevo. ⏤ ...Soy Johnny.

Doyoung rió enternecido.

Oh no me digas. ⏤ Respondió con una voz suave. ⏤ El profesor Seo llamando al alumno que más odia, ¿Quién lo diría?. ⏤ Se burló jugando con las mangas de su suéter.

Yo no diría que el más odiado...⏤ Admitió con una risa ligera.

¿A que se debe su llamada, Profesor Seo? ⏤ Preguntó mordiendo su labio inferior, hace tiempo que no le llamaba de esa forma. Quería decirle lo mucho que lo extrañaba, que odiaba esa estúpida semana de vacaciones, que quería verlo, pero quizás solo era muy cobarde para ello.

Yo, eh, y-yo, solo quería, ehm...⏤ luchó contra sus propias palabras. ⏤ Quería preguntarte, que si, tal vez tú quisieras..., quisieras acompañarme, necesito hacer algunas compras y podríamos tomar un café o... algo así. ⏤ Un suspiro de alivio se escuchó en la otra línea.

he, him & his © JOHNDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora