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—¡Jaemin!— el mencionado que se encontraba llevándose un pedazo de pastel a la boca en secreto, se dio la vuelta lentamente con las manos alzadas y con un poco de glaseado en la comisura de sus labios. Su mirada demostraba temor de haber sido pillado, pero se tranquilizó al ver que solo era Jeno acercándose a él.

Jeno tambaleó un poco al ir corriendo. Acto que causó una ligera risa en Jaemin. Enderezándose, prefirió caminar lo que quedaba de distancia con su amigo. El cual solo lo miro sus brillantes ojos y una expresión divertida. Expresión que borró al instante.

—¡No vuelvas a asustarme así niño tonto!— Jaemin golpeaba el brazo del contrario. Llamando la atención de Doyoung que cerró la puerta del refrigerador, dándoles una mirada de odio y luego salir de la cocina. El atacado lo tomo de la muñeca para que parara y le pedía en voz baja que no hiciera mucho escándalo porque Taeil hyung se encontraba teniendo su hermosa hora de sueño.

—¿Qué estabas haciendo?— El otro solo lo miro de reojo haciéndose el indignado.

—Estaba comiendo del pastel que Taeyong hyung hizo.— Jeno soltó una carcajada.

—Bueno, a lo que venía. Ya sabes que el cumpleaños de Jisung se acerca y quería saber si quieres acompañarme a comprarle su regalo.

—Esta bien, solo déjame cambiarme— Jeno sonrió y abandonó la cocina. Jaemin aprovechó para tomar otro pedazo de pastel con su tenedor, antes de dejarlo en el lavavajillas y dirigirse a las escaleras. Escucho el grito de Taeyong desde la cocina y subió corriendo el resto de las escaleras. Taeyong mataría a quien fuera que comió de su preciado pastel; de eso estaba seguro.

Abrió la puerta de su habitación y en su distracción se golpeó el dedo meñique del pie. Ahogo un grito y con una expresión de dolor se dejó caer al suelo, meciéndose mientras se acariciaba su dedito que ahora se veía rojo.

—Eso te pasa por no fijarte donde pisas y siempre andar descalzo Na Jaemin— Se reprochó así mismo señalándose con el dedo índice en un espejo. Aún en el suelo, levantó la cabeza hacia su armario haciéndose ideas de lo que se podría poner.

Con toda la flojera del mundo, se levanto y se sentó en la esquina de la cama. Suspiro y se quedó viendo a la nada por un minuto. Saliendo de su trance decidió solo ponerse unos pantalones negros, junto con su camiseta de Ramones y sus converse negros.

Se encaminó al primer piso con las manos en la cabeza intentando acomodar su alborotado cabello, pero este no parecía poner de su parte. En un acto de frustración estiro su rostro hacia abajo con las palmas de sus manos y soltó un gruñido.

Jeno lo esperaba en la sala jugando con su móvil. Cuando escucho una puerta cerrándose en el piso de arriba, despego la vista del aparato para fijarse en Jaemin teniendo problemas con su cabello.

—¿Quieres que te ayude?— Jaemin lo vio con suplica y Jeno sonrió posándose frente a él. Alzo la mano posándola en los cabellos del contrario logrando acomodarlos

—Listo— permaneció viendo los ojos de Jaemin perdiéndose en ellos, involuntariamente siguió acariciando la nuca del castaño con sus dedos. El mencionado parecía una cereza de lo rojo que estaba, nunca se había sentido intimidado por Jeno, que no dejaba de verlo como si su vida dependiera de ello. Jaemin carraspeó regresando  a Jeno a la realidad.

—Lo siento... ¿Nos vamos ya?— Jaemin asintió desviando la mirada, se separó avergonzado de Jeno y se fue a abrir la puerta. El pelinegro se dio un golpe mental por haber sido muy obvio. Pero se apresuró en subir al auto donde el castaño seguro lo esperaba.


¡Hola!, este es mi primer fin, así que lo siento si es algo malo. No tengo mucha experiencia en esto. Espero que les guste y que no sea un total asco

¡Nos vemos!

사랑해 [Nomin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora