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Dos semanas después, ya solo faltaban unas horas para declarar sus sentimientos en voz alta al dueño de sus pensamientos.

No podía dormir de lo nervioso que estaba, se cerebro decidió hacerle la noche imposible llenándolo de pensamiento negativos.

Pero debía dormir, necesitaba hacerlo. No quería llegar con ojeras bajo sus ojos arruinado su imagen de príncipe con un traje azul, una camisa negra debajo y zapatos de vestir del mismo color.

Bajó a la cocina en puntillas con cuidado de no despertar a nadie y abrió el cajón de medicinas rebuscando entre estas tratando de encontrar las pastillas para dormir de Johnny. Sintió un bote mediano en forma de cilindro entre su mano y lo saco para verificar si era su objetivo; si lo era.

No estaba muy seguro de tomarlas, pero le urgía dormir.

Reviso la parte trasera del bote leyendo las indicaciones. Si quería dormir sus ocho necesarias horas, tenía que tomar sola una pastilla.

Tomó un vaso y se sirvió un poco de agua, sacando una pastilla del bote, se la puso atrás sobre su lengua y bebió el agua de el vaso de una sola vez tragando también la pastilla.

Volviendo a ponerse de puntillas regreso a su habitación murmurando bajito el tema de La Pantera Rosa. Se desparramó en su cama y cerró los ojos tratando de no pensar en nada. A los diez minutos se quedó dormido.

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La luz que se colaba de su ventana pegaba en su rostro haciendo que se despertara molesto. Pero al instante recordó que día era y se levanto empujando sus sabanas con emoción.

Llego a la cocina donde algunos ya estaban desayunando o durmiendo en la mesa con una taza de café en la mano; como Hendery. —¡Buenos días! —Canturreo alegre, por suerte Jaemin seguía dormido.

—Buenos días —Respondieron los que estaban lo suficiente despiertos como para darse cuenta de los sonidos a su alrededor.

—¿Por qué estás tan alegre y despierto? —Le preguntó él siempre energético Lucas.

—Porque voy a hacer algo hoy. —Por suerte Lucas no pregunto más y solo le sonrió sentándose en el sofá para ver las caricaturas que pasaban en la mañana.

—¿Qué vas a hacer hoy? No nos dijiste que ibas a algún lado —Jeno volteo a dónde provenía la voz de Sicheng y le regalo una sonrisa nerviosa.

—Eh... Nada —Soltó una risilla nerviosa que lo delató.

—¿Por qué te pusiste nerviosos? ¿Qué vas a hacer? —Johnny le preguntó con una mirada acusatoria. Los demás presentes se dieron cuenta y ahora lo también lo miraban.

Bajo la mirada de todos pregunto nervioso —¿Si les digo me prometen que no van a hacer escándalo?

—Depende de que sea, pero trataremos no hacerlo —Dijo Taeyong enfatizando lo último.

—Me gusta Jaemin y me voy a declarar —Dijo bajito pero fue audible para todos —¡No griten! —Recalcó dejando a todos estáticos con el grito atorado en la garganta.

—Nosotros no oímos nada— Taeil le guiño un ojo e hizo un gesto con sus dedos sobre sus labios como si estuviera cerrando un cierre. Sus hyung son muy buenos -pensó-.

En ese momento el sonido de pisadas se escucharon desde las escaleras y cuando Jaemin llegó arrastrando sus pies y con su cara somnolienta a la cocina, todos los que estaban ahí se dieron una mirada y se fueron al comedor dejándolos solos.

사랑해 [Nomin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora