La Hija de Jason The Toy Maker

Capítulo 3

¿Por qué no se alejó de nosotras? Lo estábamos haciendo muy bien sin él.

Solo quería que mi vida volviera a la normalidad, pero en cambio ... Él eligió destruirla.

Después de descubrir quién era mi padre, comenzó a aparecer cerca del circo ... todos los días cuando salía de la escuela ... Allí me miraba y me seguía a donde quiera que iba.

Ya no me sentía segura, tenía miedo. Este horrible sentimiento solo desapareció cuando estaba en los brazos de mi madre, quien hizo todo lo posible para protegerme de él, me iba a llevar y recoger en la escuela, ya no salía de casa para jugar con mis amigos, solo era yo y este miedo que me perseguía.

pero ... un día, cuando esperaba que mi madre me recogiera de la escuela ... él aparece frente a mí, pero no de manera amenazadora, sino de una manera que transmitía calma y tranquilidad.

Y tenía una caja de regalo en sus manos, y una amable sonrisa en su rostro.

- Eso es lo que estaba tratando de darte.

- ¿un regalo?

- Espero que te guste. Trabajé mucho en ella, así que ...

Lo miré confundida, analicé la pequeña caja antes de abrirla con cautela, pero cuando la abrí no pude contener mi sorpresa.

- ES MUY HERMOSA. Pero mamá no querrá que acepte nada de ti.

- Entiendo, sé que la hice muy mal, pero ... puedes ayudarme Anasthasia. Quiero tenerte cerca a ti y a tu madre, y aunque ella ya no me quiera, al menos quiero ver a mi hija con más frecuencia.

Después de decirme esto, se inclinó y me dio un ligero beso en la frente.

- Llevo la muñeca a mi casa y puedo quedarme allí, para cuando quieras ir.

- Pero no sé dónde vives.

No sé qué se me ocurrió decir eso, pero parecía tan sincero.

-Vivo en una fábrica de juguetes cerca del bosque, será fácil de encontrar. Hasta pronto ... Mi pequeña princesa ... Mi hija.

Unos días después, me armé de valor y escapé de casa, diciendo que me iba a dormir temprano, y fui a esa curiosa fábrica de juguetes.

Cuando llegué y entré, no pude contener una gran sonrisa al ver todos esos juguetes.

- Anasthasia! Usted vino.

Lo escuché bajar las escaleras que, interpreté, condujeron a su oficina. Cuando se acercó a mí, me abrazó con ternura y pronto comenzó a mostrarme cada parte del lugar.

Pasamos horas jugando juntos, e incluso me enseñó a hacer juguetes nuevos para mí, ya que aparentemente se había dado cuenta de que mis dedos siempre estaban heridos.
Los juguetes de madera siempre han sido mis favoritos, pero crearlos duele demasiado debido a las astillas.
Y unas horas después, él mismo se aseguró de llevarme a casa a salvo.

Y así comenzó una rutina, al menos una vez a la semana "dormía temprano" solo para escapar y estar con mi padre.

Me sentí muy mal por mentirle así a mamá, pero ella nunca me permitió pasar tiempo con él. Pero finalmente supe lo que es tener un padre y no quería perderlo.

Pero era inevitable, un día mi madre notó que no estaba en casa y obviamente asimiló que estaba con él.

Estaba furiosa hasta la fábrica, y cuando me vio con él, no pudo contenerse. Le dio un fuerte puñetazo en la cara, que lo hizo caer al suelo.

Miré a mi madre y por primera vez en mucho tiempo ... vi sus ojos brillar de una manera aterradora.

-Te dije que no te acercaras a mí ni a mi hija.

- ¡NUESTRA HIJA! ¿Por qué no entiendes Natasha? Todavía te amo, y nada cambiará eso, pero si ya no me amas, está bien. Solo déjame estar cerca de Anasthasia y ser el padre que siempre quise tener.

- ¿Te importa ahora? JA JA. No me hagas reír.

- Mamá, por favor ... Yo también quiero estar cerca de papá - Cuando dije eso, ambos dejaron de pelear y me miraron.

-Oh, mi princesita ...- dijo mi padre, claramente conmovido.

- Yo ... no sé Anasthasia. ¿Cómo puedo confiar en él? - Noté el miedo en la voz de mi madre mientras se calmaba.

-Puedes confiar en mí con ella. No quiero lastimar lo único que nos mantiene unidos. Nuestra hija es y siempre será la prueba de que todavía te amo, no importa cuánto no lo aceptes.

Mi madre se sonrojó ante las palabras de mi padre, miró hacia otro lado mientras él se acercaba para abrazarme.

-Está bien, pero deja en claro que si en algún momento se le rasca o se despeina el pelo, NUNCA volverás a acercarte a ella.

- ¿Estamos de acuerdo entonces? - preguntó, extendiendo una mano para cerrar el trato.

Mi madre le estrechó la mano, y aparentemente a mi padre no le gusta perder oportunidades, porque aprovechó la oportunidad para darle un beso en la mano a mi madre.

Ella se sonrojó y yo me reí, preguntándome cómo los volvería a juntar.