Aviones de papel~'° |Hyunmin

Diluvio•°•°~

Llueve...

La lluvia siempre me ha parecido tan melancólica, aunque este acompañado con mis mejores amigos y familia que por mi caso es mi hermano mayor. Estoy en el sofá de la sala la cual esta semi-oscura mientras sostengo una sábana alrededor de mi cuerpo, mi gata Kaihyun están encima de mis muslos durmiendo tranquilamente y no la culpó, el ruido que ocasionan las gotas de lluvia cuando se estrellan con el techo es profundamente relajante. Las voces de los chicos es notoria, ya que están cantando, pero sin embargo no le pongo atención, y me centró en el sonido de la llovizna fuera de mi hogar. Mi mirada esta en las gotas de lluvia que recorren la ventana.

Desde que llegue a casa no he hablado mucho, el gesto de confusión y dolor de Chris atormentándome cada vez que intentó tranquilizarme y tratar de buscar una manera de arreglar esto, porque me deje llevar.

Estoy pensando excesivamente en eso.

Pero no puedo dejar de pensarlo, aunque lo intente quiero seguir pensando en Chris y como nos divertimos juntos, aprieto más la sabana, haciendo que mi gata se despierte, frotando su pelaje contra mi pecho por el repentino movimiento.

— ¿Qué debería de hacer, Kaihyun?— le preguntó sobándo su pelaje. ¿Comó unas simples palabras pueden hacerte sentir tantas cosas? Es decir, entendería que estuviera así porque fuese él quien las insinuara pero fui yo quién soltó todas esas cosas. fuí quien ocasióno todo esto y me siento tan mal por ello, me duele. Es como hechar alcohol a una herida recién hecha.

El propósito de la cita era solucionar nuestros problemas porque se agrandaban cada vez más al pasar del tiempo y eso no me dejaba dormir ni actuar correctamente pero ahora no encuentro ni ganas de vivir.

Termine con él...

De repente sentí mi pecho hundirse.

¿Qué estaba imaginando? Yo lo amo. Pero nada estaba funcionando y tenía miedo que él saliera herido, porque se merece una relación que todos puedan apreciar y conocer, no una secreta como si fuera un pecado o el crimen más malo del maldito planeta.

Suspiro pesadamente, el frío clima recordándome algo de repente.

— Jeongin...— Chris susurra en mi oído. Mi respiración está agitada por el calor que nuestros cuerpos comparten y se lo agradezco, puedo percibir mis mejillas calientes, hace mucho frío en el exterior y no soy muy fanático de ello.

— ¿Huh?— cuando mis ojos acariciaron los suyos me quedé sin aliento por un instante, su belleza me asombra cada vez que lo veo. Las cosas que el me hace sentir ninguna otra persona lo ha logrado, excepto él, solo él.

— ¿Estas bién?— me pregunta en voz baja.

Le sonrío — Muy bién, gracias a tí.— mis manos viajan hacía su pecho desnudo, le había pedido que se quitará la camisa, así tendríamos más calor. Fui quien tuvo la idea de estar así, abrazados, y no me arrepiento. Mis manos recorren un poco más abajo sintiendo aún más su calor corporal, mis ojos sin dejar los suyos y en ese instante me dejo llevar  acercando mis labios a los suyos para juntarlos. Él me corresponde rápidamente atrayéndome hacía su cuerpo y haciendo que me siente encima suyo, la sensación me despamarra así que sostengo mis manos atrás de su cuello cerrado mis ojos, el beso es delicado pero erótico a la vez, hace que me olvide de todo. Mis caderas se mueven por si solas contra su miembro y Chris detiene tanto el beso como a mí.

— No te muevas así... Yo... Esto está mal— lo miro confundido y le doy un beso en los labios.— solo tienes 14 años, no podemos.

— Lo se, lo se,  intentaré controlarme la próxima, lo siento, fue mi idea que estuviéramos así, lo lamento.— le sonrió antes de darle otro beso y tratar de controlarme.