Aviones de papel~'° |Hyunmin

Pizzería~•°•°

Maratón (1/4) 

Me voy a volver loco o se puede decir que ya lo estoy. Hyunjin esta atrás mio muy pegado a mi cuerpo, quiero llorar.

— ¿Quieres comer algo? No puedo dormir y veo que tú tampoco — la suave voz de Hyunjin me deja sin aliento, su voz suena atrás de mí y sin previó aviso me muevo violentamente cayendo al suelo por la sorpresa, él hace un gesto de "¡Uuh!" Por el golpe que me di y me levanto rápidamente.

—¡Estoy bien!— tartamudeo limpiando mis pantalones de pijama ya habíamos terminado el proyecto de investigación y solamente era esperar hasta la mañana siguiente para exponerlo. Mi mirada se posa en Hyunjin y mi corazón amenaza en salirse de un momento a otra, es divino.

Me sorprende el hecho de no haberme desmayado o huir como la primera vez que lo hice, no puedo negar que el miedo y los nervios me esta matando pero trato de controlarlo y mantenerme firme. Sus ojos negros que están brillantes por la luz de la noche hacen que me pierda por un momento en ellos, sus ojos pueden llevarte al cielo pero también al infierno sin que te hayas muerto. Sus labios de cerca son carnosos y sus mejillas son como las nubes de algodón de azúcar que un niño quisiera alguna vez. Es tierno.

— ¿Estas bien? Eso debió dolerte— él se sienta en la cama mirándome extrañado. Yo asiento afirmando que estoy bien— me sorprende que un chico como tu este en nuestra casa.

— ¿Un chico como yo?— me cruzo de brazos mirándolo con mi semblante arrugado — no entiendo.

El se ríe por lo bajo y es como aquella sinfonía que necesitaba ora sentirme seguro, su voz es suave pero algo intimidante cuando se lo propone.

— No me malentiendas, todos los amigos de mi hermano tiene un estilo de chico malo o algo parecido a eso.

— ¿Y eso que tiene que ver conmigo?— pregunto sentándome en el piso quedando frente a frente.

— Que eres diferente, tu rostro grita "inocencia" Y buena vibra, en cambio de  los otros desafortunadamente no se puede decir lo mismo.

Niego con la cabeza— No soy amigo de tu hermano, o bueno no se, pero recuerda ésto: Una persona aunque tenga pinta de malo no concluye que lo sea, Satanás lo tomaban como un ángel pero término ser el más malicioso e interesado.

Sus labios se forman en una sonrisa que me dejan sin hablar por un momento, juro que sentí aquellas mariposas que tanto hablan en las películas como en los cuentos ficticios.

— Que sabio eres, eh— él se inclina hacia delante para acariciar mi cabello y dejarlo desordenado, mi corazón comienza a palpitar con fuerza mientras el acaricia muy suave mi cabello, cierro mis ojos disfrutando su toque.

Disimula un poco.

Vuelvo a abrir mis ojos, le doy una pequeña sonrisa antes de que mi mirada se pasará en la ventana, la luz de la Luna aunque era poca por culpa de las nubes, lograba colarse descaradamente a la recámara dándole un poquito de luz a los detalles que esta deposita.

Había una lámpara, que, aunque no daba mucha iluminación le daba un buen lujo al cuarto, casi todo era un azul algo oscuro, es absolutamente precioso desde mi perspectiva. Mi mirada recorre la habitación sin descaro y es donde veo algo que me hace llevar la mano a mi pecho y mirar el objeto con ternura.

El avión de papel que utilice en el parque está a pocos paso de mí. Sin pensarlo dos veces me acercó a el y lo tomó con cuidado esta arrugado por los años que tiene y mínimo por algunos movimientos que han provocado estos últimos años. Mis dedos recorren los bordes con cuidado.