"Mejor morir luchando por la libertad que ser un prisionero todos los días de tu vida."
Ese era el lema de los revolucionarios en el universo de Aiónio Óneiro. Un universo donde la guerra entre los mortales y los dioses no parecía terminar, o bueno...
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"¿Taehyung?" El director suspiró pesado. "No han pasado ni tres días y ya van cuatro veces que te metes en problemas, sabes qué, quiero que traigas a tus padres"
"Mis padres no están aquí"
"Pues vas a tener que traerlos"
"Bien" Taehyung se alzo de hombros. "¿Quiere que los traiga mientras rezamos o mientras jugamos la ouija?"
El director le miró incrédulo y molesto.
"¿Estás burlándote de mi?"
"¿Burlarme? Le he dicho desde el inicio que mis padres no estaban aquí, yo no le veo la burla en eso"
El director cambió su semblante.
¿Taehyung estaba diciéndole que sus padres estaban muertos?
El director suspiró.
"Olvida todo" Suspiró. "Solo vete al salón de detención y trata de no molestar a los otros dos compañeros que tendrás ahí"
"Como diga, director"
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"Oye... ¿tú papá no nos regañará?" Jungkook miró a Yoongi.
Yoongi negó rápidamente y entró al laboratorio escondido de su padre.
"No lo creo, mi viejo no está en ca..." Yoongi se calló al ver la figura de su padre frente a él. "Oh" Cambió su tono de voz a una más suave. "Hola papá" Sonrío nervioso. "Creí que no estabas. Mamá dijo que te fuiste por ahí a hacer unas cosas y volverías en unos días" Rió entre dientes.
"¿Son tus yioús?"
"¿Yioús?" Jungkook apareció detrás de Yoongi y le miró con una ceja alzada.
Namjoon se sorprendió.
"¿Jungkook? Hola, no te habías visto"
"Hola señor Nam. Solo venimos para coger una idea de cómo construir nuestro laboratorio, para nada venimos a la máquina..." Yoongi no le dejó continuar porque le cubrió la boca.
