Marinette se dispone a ver su película favorita de Disney cuando su felino amigo decide visitarla, y ambos deciden ver la película juntos. Generado por un momento musical ambos deciden aprender la canción del mismo ¿Qué ocurrirá entre ellos luego de...
Adrien estaba llegado a la escuela con una sonrisa en su rostro, por fin y un poco gracias a la ayuda de Plagg, había aprendido "Veo en ti la Luz". Esa misma noche iría a visitar a Marinette en su forma heroica para darle la noticia y concederle ese deseo a su amiga.
Harían un gran dueto de cantantes.
Vio como Alya y Nino hablaban con Marinette, y por tanto que conocía las expresiones de su amiga ojiazul, ella trataba de no hacer notar su semblante nervioso. Después lo cambió a uno ligeramente serio, por lo que se acercó curioso a ver qué sucedía.
—Puedo cuidar a las gemelas y Chris esta tarde—. Dijo la Dupain-Cheng antes de alzar su dedo y señalar a ambos morenos de manera autoritaria. —Por una buena paga monetaria, 50 por niño—. Sentenció.
Alya y Nino se miraron entre sí ¿Dinero a cambio de tener una cita tranquila?
—¡Trato hecho!—. Mencionaron ambos.
Marinette sonrió por el trato hecho, haciendo que Adrien la mirara de forma tierna. Sí, definitivamente Marinette era la persona más adorable de toda Francia.
El rubio se acercó a su amiga y miró al Lahiffe y a la Césaire de forma divertida.
—¿Sabes Marinette? Creo que lo que te prometen es poco para cuidar a esos revoltosos, pídeles el doble.
—¿¡QUÉ!?
Marinette fingió pesar aquello por unos segundos.
—¿Te digo algo Adrien? Tienes razón, 200 por las gemelas en total y 100 por Chris, así conseguiré 300 euros en una sola tarde.
—¡Eso es robo a mano armada!
—Negocios son negocios—. Dijeron el rubio y la azabache al unísono antes de reír por las caras estupefactas de sus mejores amigos.
...
Horas después esa misma tarde, Marinette terminaba de cocer un lazo rosado a un pequeño guante blanco para posteriormente ponérselo. Así, estaba completa su nueva creación: Un vestido blanco y rosa con un collar tipo gargantilla de los mismos colores y los guantes blancos con lazos rosados.
Se miró al espejo contemplando su creación, sintiéndose se orgullosa de ella misma.
—¡A-som-broso Marinette!—. Elogió Tikki los resultados del esfuerzo de su portadora durante esos últimos días. —Te luciste con este diseño.
—Gracias Tikki—. Agradeció la chica mirándose al espejo.
No hacía ni falta cambiarse de peinado, sus coletas iban a juego perfecto, solo necesitaba algo de maquillaje y listo. Miró a través del espejo hacia su escritorio notando algo que iría a la perfección con el atuendo que llevaba, por lo que se dio media vuelta para caminar hacia el lugar y tomar el objeto en sus manos: Una pequeña tiara.
Hace unos dos años, había sido elegida como la princesa de la primavera en la escuela y le hizo falta esa tiara para el evento. Desde entonces la mantuvo guardada para preservarla para alguna otra ocasión y hace poco mientras su madre limpiaba y buscaba cosas encontró aquél objeto. Se encargó de limpiársela y se la dejó a ella para que se entretuviera y recordaba esos momentos del pasado.
La azabache tomó la tiara entre sus manos y caminó para nuevamente estar frente a su espejo y posteriormente se puso la corona, sin poder evitar recordar una escena de "Enredados" que sucedía casi del mismo modo.
Varias voces chillonas hablando a la vez la sacaron de sus pensamientos y volteó a ver hacia la puerta de la habitación la cual fue abierta y por ella ingresaron al lugar Ella, Etta, Chris y Manon.
Cierto, se había encontrado con la señora Chamack al salir de clases y ésta le pidió el favor de cuidar a Manon por esa tarde. Los cuatro niños entraron al lugar en risas entre ellos y cuando dirigieron sus miradas a su niñera no pudieron ocultar su asombro al verla vestida cómo estaba.
—¡Estás hermosa Marinette!—. Exclamó la entusiasta Manon.
—¡Bellísima!—. Dijeron ahora las gemelas al unísono.
—No está mal—. Mencionó Chris cruzado de brazos y sonriendo levemente.
—¡Ya sé!—. Volvió a tomar la palabra Manon. —¿Y si jugamos a las princesas? ¡Marinette ya está vestida para el juego!
—¡Yo quiero ser un hada!—. Dijo Ella.
—¡Yo igual!—. Opinó su hermana.
—¡Y yo seré un caballero!—. Habló la niña Chamack.
—Eso es juego de niñas—. Habló el hermano de Nino disgustado.
—Tú también puedes ser un caballero Chris—. Le dijo Marinette. —O también un príncipe.
Al pequeño moreno se le iluminaron los ojos en ese momento.
—¿Y puedo luchar contra dragones malvados?—. Preguntó entusiasmado.
—Por supuesto.
—¡Sí!
Y así Marinette pasó su tarde jugando y cuidando a los niños, con caballeros luchando contra dragones invisible, hadas que concedían deseos a los buenos, todos bajo el mando de una dulce y linda princesa.
...
Durante el atardecer.
Marinette se despedía de Nino, Alya, Chris, Ella y Etta, para después cerrar la puerta de su habitación quedando nuevamente casi sola, pues Tikki se apareció un poco después.
—Vaya tarde—. Comentó la kwami. —Bueno ahora solo queda limpiar todo lo que causaron los niños.
Un suave golpeteo proveniente del balcón se escuchó.
—Toc-toc, Princesa—. Se escuchó la voz de felino héroe de París.
—Creo que la ayuda de él será más rápida—. Susurró Tikki con una sonrisa cómplice.
•••
Nota de la Mystery: ¡Hey, hey! ¡Capítulo 7, el penúltimo de esta historia!
Ya q llega el momento de que Chat y Marinette por fin hagan el dueto juntos y, dándoles así un spoiler, les diré que Chat tiene dos sorpresas más para ese momento.
¿Interesante, no?
También les quería comentar que tengo un dibujo de Marinette usando el conjunto que diseñó, que fue un regalo de mi último cumpleaños. Está todo, excepto la tiara, ya que fue un elemento que agregué después.
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