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El verano estaba por terminar, le eh pasado fenomenal, mi familia y yo fuimos de vacaciones a Tailandia fueron las mejores vacaciones que tuve, fueron las mejores y las últimas vacaciones que tuve en toda mi vida.

Recordemos mis últimas semanas que estuve en este mundo;

Todo comenzó cuando volvimos a Marina, después de esas vacaciones mi novio vino a visitarme, ya que esta sería la última semana antes de ir a la universidad de Washington y no volver hasta las vacaciones de navidad.

El chico de cabello de sopa instantánea me había traído una tarta de despedida, justamente estaba guardando mis cosas en las maletas cuando mi chico llegó a casa.

—No era necesario Jack—mire la tarta, realmente me pareció interesante ya que era multicolor—.Gracias

—Todo para la mejor—este me abrazo, recuerdo que fue el ultimo abrazo que Jack me dio antes de que partieré.

Recuerdo que ese día me la pase casi la mitad de la tarde con Jack, a eso de las tres de la tarde salimos a comer y a pasear un rato por las playas también a comprar cosas para mi dormitorio de la universidad entre otras cosas para la casa.

Al principio tenía una jaqueca, no le había tomado tanta importancia, gran error ese fue el principio de mi paciente y sigilosa muerte.

No sentía nada en absoluto, solo ese pequeño martillo que estaba en mi cabeza, pensé que era causa por la de mi nacimiento.

Rosalynn Herron estuvo a punto de morir tres veces dentro de el vientre de su madre.

Mi mamá casi me pierde cuando estaba en su vientre en tres ocasiones, por lo cual eso me causó algunos problemas de salud desde que era niña, cada viernes era día de ir al médico, para mi.

Cuando crecí los doctores pensaron que los problemas de pulmonía y el problema del lado izquierdo de mi cerebro se habían "curado" pero al parecer no fue así.

Fue un 19 de Agosto a las 6:52 cuando Dios quiso quitarme la vida, ¿Que se siente? Nada en absoluto.
Sentí como cuando estás en una temperatura alta y te dan un cubetazo de agua fría pero nada en especial, ni siquiera lo sientes.

Mi mamá me encontró yaciendo en mi cama, pareciendo como si estuviera dormida, ella sonrió al ver que ya eran las ocho y media y aún no despertaba, pero su sonrisa se borró cuando se dio cuenta que ya no respiraba.

—Rosalynn—veía la desesperación de al mujer que me dio la vida, a la que lucho por tenerme con ella y no perderme en repentinas ocasiones, pero esta ya no era una más. Esta era la última vez.—¡Josh! ¡Zach!—

Mi madre gritaba a todo pulmón mientras me sacudía de un lado a otro, mi padre y mi mellizo corrían hasta mi habitación al escuchar los gritos de desesperación de mi madre.

Zach al entrar a mi habitación corrió hasta donde estaba mi cuerpo, él trataba de cargarme para llevarme al auto pero no podía el solo.

—¡Papá! Ayúdame—tomaba mi cuerpo sin vida en sus brazos—¡Papá ayúdame por favor!—al ver que mi padre solo negaba con la cabeza se echó a llorar—Vamos Zach—susurraba mientras hacía esfuerzo para levantarme de cama.

—Zachary—mi madre al ver que este había decaído en el piso mientras aún me tenía en sus brazos.

—¡No, no Mamá! ¡Rosalynn despierta! No puedes dejar aquí, ibas a cumplir nuestro sueño mañana—era cierto, mañana por la madrugada era mi vuelo hacia Washington, pero eso ya no pudo ser.—Despierta por favor Rose, vamos, no me dejes solo por favor, ¡Por favor Rose!—

Lágrimas de Zach caían sobre mi cuerpo, mis padres se acercaron a donde se encontraba mi hermano, papá tomó su teléfono y a duras penas pudo llamar al 911

—Necesito una ambulancia, mi hija, mi Rosalynn, no despierta—me dolía ver a papá así, la operadora rápidamente rastreó la llamada y en cuestión de minutos la ambulancia ya estaba ahí.

Los paramédicos subían las escaleras hasta encontrarse a un Zach destruido mientras cantaba mi canción favoritas de los chicos.

You should be flyin' with me, You could be smilin' with me, You wouldn't be cryin' with me, We could be wildin'
We could be free and if the sky falls I'll catch it just to steal you a star I'll ride into battle for you—la voz se le quebrará poco a poco, hasta que no pudo más y comenzó a abrazarme.

—No las tenemos que llevar—un paramedico tomo mi cuerpo, pero no iba a ser tan fácil, Zach mi hermano no me iba a dejar así tan fácil.

—No, por favor—mamá y papá tomaron a Zach alejándolo de los paramédicos para que ellos hicieron su trabajo.

Los tres no paraban de llorar, es algo obvio, a quien no le dolería la pérdida de uno de sus hijos, veía a Zach devastado, no podía ni siquiera estar de pie sin ayuda.

Mamá, Papá y Zach, fueron hasta la puerta viendo cómo la ambulancia se perdía entre los autos de Marina del Rey con la sirena a todo volumen, aún no podían creerlo ninguno de los tres, no creen que perdieron a una de sus primogénitos.

Ahora de esos dos bebés que nacieron en Dallas, Texas el 27 de Mayo del 2001, de los dos solo queda uno. Zach Dean Herron.

twins; jack avery |COMPLETADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora