El Rey Manda

Capítulo 5

Después de la cena – JiHope

Los chicos se despidieron de Yoongi y Namjoon. Jin avisó que se quedaría a cerrar el restaurante, así sólo quedaban Taehyung, Jungkook, Jimin y Hoseok mirándose unos a otros sin saber qué hacer.

-Puedo llevarlos a sus casas, si gustan. Ofreció Hoseok rompiendo el silencio. Taehyung y Jungkook se miraron y sonrieron de forma cómplice.

-De hecho, nosotros quedamos en reunirnos con otros amigos después de la cena. Dijo Taehyung, sonriendo.

-Gracias por la oferta! Agregó Jungkook sonriendo también.

-Oh, pero por favor lleva a Jimin a su casa. Dijo Taehyung fingiendo una expresión de preocupación, pero en realidad, él sólo quería que Jimin y Hoseok tuvieran un tiempo a solas. 

Jungkook y Taehyung se pasaron toda la semana escuchando a Jimin hablar sobre Hoseok y cuando le decían que lo invitara a salir, Jimin sólo decía que no estaba seguro y tenía miedo a ser rechazado, aunque era obvio que, si ellos no hubiesen estado ahí aquella noche, Jimin y Hoseok definitivamente hubieran terminado teniendo sexo en ese mismo lugar.

-Claro, por mí no hay problema. Dijo Hoseok, mostrando una gran sonrisa. Él estaba emocionado de poder tener un tiempo a solas con Jimin, toda la semana trató de pasar tiempo con él, pero éste lo estaba evitando claramente, así que esto lo hacía realmente feliz.

Jimin por su parte, estaba feliz de pasar un tiempo con Hoseok, a pesar de sentirse nervioso ante la idea de estar a solas con él, después de todo no podía olvidar lo bien que se sentía ser observado con deseo por la persona que le ha estado gustando desde hace tiempo. Jimin dio un ligero suspiro para disipar sus pensamientos y sólo disfrutar del momento.

-Está bien, gracias por el aventón hyung. Dijo Jimin mientras le sonreía tiernamente a Hoseok.

-Nosotros nos vamos. Dijo Taehyung mientras daba una palmada en la espalda de Jimin en muestra de ánimo.

Posteriormente, Jungkook y Taehyung iban caminando animadamente hacia su próximo destino.

Después de subirse al auto y ponerse los cinturones de seguridad, Hoseok puso en marcha el vehículo dirigiéndose al lado apuesto de la casa de Jimin, pero él no dijo nada, Jimin estaba feliz de poder estar más tiempo con Hoseok, así que mientras más lejos fuese el camino de regreso que tomaran, mejor.

Al principio ninguno de los dos dijo nada, usualmente hablaban y reían de cualquier cosa, pero esta vez sólo se pusieron a disfrutar de la música en la radio. Hoseok concentrado en el camino y Jimin mirando el paisaje nocturno, aunque el verdadero paisaje que disfrutaba mirar estaba a su lado, conduciendo.

Jimin trataba de no ser tan obvio y mirar demasiado al otro, lo cual era inevitable ya que Hoseok era realmente hermoso, sus hermosas facciones, las luces de la ciudad que iluminaban su tersa piel, su rostro serio mientras se concentra en algo, a veces daba miedo, pero mierda, era demasiado sexy. Jimin sacudió su cabeza y miró nuevamente por la ventana, sería vergonzoso que Hoseok lo viera babeando por él.

Por su parte, Hoseok trataba de no distraerse ante la belleza de su acompañante. Ese rostro sonriente lo había visto tantas veces, pero cada vez era como la primera vez, podría mirarlo todo el día y no se cansaría. Aunque Hoseok trataba de mantenerse concentrado en su camino, no podía evitar mirar a su acompañante de vez en cuando.

La tenue y tranquila canción que emitía la radio nocturna era bastante reconfortante y ninguno de los dos querían arruinar el ambiente, pero mientras más se acercaban a las afueras de la ciudad Jimin no pudo evitar comentar:

-No vas a asesinarme y tirar mi cuerpo a un barranco ¿o sí? Dijo fingiendo preocupación, pero él confiaba en Hoseok con su vida. El comentario hizo que Hoseok lo mirara con los ojos bien abiertos para después reírse a carcajadas, acompañado por las risas de Jimin.

-¡Eres muy gracioso Jimin! Dijo Hoseok limpiándose las lágrimas de risa. Gracias a eso los dos por fin se sintieron más relajados en la presencia del otro.

-Sabes que no soy capaz de hacerte daño, Jimin. Dijo con dulzura y sinceridad en la voz. Jimin sólo lo miró y le dio una cálida sonrisa acompañado de un "lo sé" casi en susurro. -Quiero enseñarte uno de mis lugares favoritos, ¿confías en mí?- Dijo Hoseok posando su mano sobre el muslo de Jimin dándole un ligero apretón, "más de lo que crees" pensó Jimin, -por supuesto- pronunciaron sus labios mientras posó su mano sobre la de Hoseok. Naturalmente sus palmas se encontraron y sus dedos se entrelazaron, siguieron su camino en silencio, disfrutando la calidez del otro.

Minutos más tarde, llegaron a su destino, -llegamos- pronunció Hoseok mientras terminaba de estacionar y apagar el motor. Jimin sonrió en respuesta y procedieron a bajar. Hoseok extendió su mano hacia Jimin y éste lo aceptó sin dudar, pronto empezaron a subir las escaleras que estaban iluminadas con faroles, las luces reflejadas en los ojos de Jimin lo hacían ver increíblemente hermoso, "todavía puedes ser más hermoso?" pensó Hoseok sonriendo en todo su esplendor -¿Qué, tengo algo en el rostro?- cuestionó Jimin tratando de ponerse serio, pero fracasando, no podía ocultar lo feliz que estaba. –Nada, sólo pensaba en lo hermoso que eres, Jimin- sonrisa cálida, ojos llenos de sinceridad y adoración. Jimin sintió su rostro arder mientras se quedó paralizado por un momento, -¡no juegues así conmigo!- gritó Jimin mientras reía y le daba un golpe en el brazo, Hoseok sólo seguía sonriendo, las doradas luces de los faroles dándole un toque más surreal a su hermoso rostro "maldición, quiero besarlo" pensó Jimin, pero sólo soltó la mano de Hoseok y empezó a subir las escaleras corriendo, escuchando un –¡Hey, Jimin espérame!- por parte de Hoseok.

En la cima, Jimin se detuvo súbitamente, conteniendo su respiración ante la impresión que le causaba la vista, las lejanas luces de la ciudad decorando el horizonte, las estrellas y la luna brillantes en el firmamento. Aún sin palabras, Jimin se acercó a la valla de seguridad posando sus manos sobre ella -Woah... es hermoso- logró pronunciar en un susurro no queriendo perturbar la serena noche. -Realmente lo es- dijo Hoseok acercándose a él, -Siempre vengo aquí cuando estoy muy cansado o perdido- agregó, confort en su voz. 

Jimin se acercó a Hoseok y posó una mano en su mejilla, -gracias por enseñarmelo- dijo Jimin sonriendo. Hoseok envolvió a Jimin en un abrazo y apoyando su frente en la de Jimin, pronunció -Jimin, me gustas- ojos completamente abiertos, pulso acelerado y rostro ardiendo, Jimin no creía lo que oía. -¿qué?- logró pronunciar, Hoseok no pudo evitar una leve sonrisa -me gustas- susurró. Inseguro, Jimin posó sus brazos en los hombros de Hoseok, acariciando los cabellos en la nuca de éste, -tú también me gustas- susurró en los labios de Hoseok, finalmente uniendo sus labios en un tan anhelado beso, del que sólo las luces de la ciudad y el firmamento estrellado fueron los únicos testigos.

Fin del capítulo.