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Mauricio Macri, como buen acuariano, era el que mejor debatía en su clase desde que tenía once años. Era el que se preocupaba por temas relacionados con la evolución misma del ser humano y siempre tenía algo que cuestionarle a los profesores pero era indudablemente el mejor de la clase por su participación continua.

Como toda persona que destaca, tenía a los que lo apoyaban y luego estaban aquellos que siempre le llevaban la contraria por el odio que le tenían. Una de esas personas era Cristina Fernández, pisciana que se sentía constantemente atacada por su compañero de ojos celestes.

Mauricio era, por excelencia, el presidente de la clase todos los años desde que logró quitarle el puesto a ella. Sin embargo aquel año, harta de ser el segundo plano en todo; Cristina utiliza la llegada de su primo Alberto para empujarlo a postularse para ocupar el puesto del acuariano.

¿Qué pasará cuando Macri se enfrente a la Fórmula Fernández-Fernández y se de cuenta que no solo puede perder en las elecciones sino que también en el amor?

Las elecciones de la vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora