5. No te aburro
(Castiel)
El dolor de cabeza me estaba matando. Y el estómago me daba vueltas, así que no toqué las tortitas que Miguel nos había preparado para desayunar como tradición de cada sábado.
Me tomé una aspirina y volví a mi habitación. Dejándome caer sobre la cama, cansado, sin ganas de nada, pero sobretodo, triste.
Hundido.
Había actuado como un crío, emborrachándome como si aquello me hiciera olvidar mis problemas. Pero ahora me golpeaban con más fuerza. Para Dean yo siempre sería el raro de la ropa manchada de pintura que se sentaba en primera fila de la clase. Nunca un amigo como los de aquella fiesta, a la que estaba convencido que me había invitado para quedar bien conmigo.
Dormí no sé cuanto tiempo, hasta que una presencia a mi lado sobre la cama me despertó.
Tuve que parpadear más de cinco veces para darme cuenta de que se trataba de mi hermano Gabriel, arrodillado sobre el colchón y mirándome con expectación.
-¿Qué pasa?
-Me he enterado de algo—dijo entusiasmado.
-Eso nunca es bueno—dije dándole la espalda y abrazándome con más fuerza a la almohada.
-Es un concierto. Esta noche. De un grupo que te gusta.
Como le ignoraba, se inclinó sobre mi y me puso frente a la cara uno de mis CDs de música.
-Estos—dijo moviendo el disco en su mano, como tentándome. –Apuesto a que no lo sabías. Como solo piensas en Dean Winchester...
-¿Vienen a tocar aquí?
-Es un acústico, algo privado. Plazas limitadas.
Cogí el CD y me senté en la cama.
-¿Cómo lo supiste? –. Pregunté.
-Me lo dijo un amigo que también es fan. Es algo así como un secreto a voces. No me fue difícil conseguir una de las entradas.
Me pasó la mano tras la oreja, y cuando me la volvió a mostrar, la entrada apareció entre sus dedos, como en el clásico truco de la moneda.
Quise cogerla, pero apartó la mano.
-¿Y tu resaca?
-Mejor.
-¿Vas a ir?
-Si me das la entrada, ni lo dudes.
(Sam)
-¿Vas a salir? –. Mi hermano andaba como loco en el cuarto de baño preparándose para asistir a aquel concierto. Menos mal que me había enterado a tiempo y había podido decírselo a Gabriel. Si él conseguía que Castiel fuera, no cabía duda de que se iban a encontrar allí.
-Sabes que sí, Sammy.
-Siempre ligas en los conciertos.
-Yo ligo allá donde vaya—dijo orgulloso soltando una risilla y atusándose el pelo. –Deberías venir conmigo. No es agradable para mi que mí hermanito no siga mis pasos. Con todo lo que te he enseñado, Sammy, y tú no has estado nunca con ninguna. ¿Qué te pasa?¿quieres ser cura o qué?
-Lo mío no son los romances de una noche.
-¿Romances? –. Siguió riéndose, esta vez más fuerte.
-Yo busco enamorarme, Dean. Amor. ¿Sabes lo que es?
Dejó de reírse en el acto y me lanzó una mirada que no supe descifrar a través del espejo.
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Diez Razones Para Odiar a Alguien Como Tú (Destiel/Sabriel-Slash)
Teen FictionDean se ha divertido con casi todas las chicas del instituto. Castiel está enamorado de Dean, aunque sabe que jamás podrá llegar siquiera a tocarle. Crowley hace una apuesta con Dean para que ligue con un chico a cambio de algo que desea mucho y Gab...