CORALINE y la puerta secreta II

Capítulo 1

— ¿Qué tal si acomoda su brazo cerca de August, señora Spink?

— Señorita — Corrigió

Wybie sintiose sonrojar cuando la señorita Forcible, cuya presencia de  pechos exhuberantes contoneandose muy cerca del lente de la cámara se acomodaba la bata aterciopelada que la cubría. Coraline mostró una sonrisa divertida al ver a Wybie en tal situación.

— También quiero una foto, ¿por qué no me pediste ser tu modelo desde un principio, niño?

— Bueno, yo...

— Aphril, quítate — Forcebile la golpeó con la cadera de manera que obtuvo espacio en el viejo sofá junto a la señorita Spink y el terrier escocés, August.

— ¡Miriam!

— Ambas pueden aparecer en la foto, señoritas — Rió Coraline.

Wybie tomó la fotografía casi inmediatamente de escuchar a Coraline y ambos agardecieron el tiempo de las actrices,  Wybie estaba tomando clases de fotografía y a Coraline le encantaba ayudarlo.
Las señoritas Spink y Forcebile no dejaban de parlotear. Coraline le dio un sorbo a su té, ¿quién diría que terminaría siendo tan buena amiga de Wybie Lovat? Después de lo sucedido con la otra madre su lazo de amistad se forjó muy fuerte... Al fin y al cabo, es la única persona con la que podía hablar de dicho tema sin que este piense que Coraline está loca, bueno era la única... ahora.

— ¿Cómo está tu papá, Wyborn? — Inquirió Spink mientras acariciaba a August detrás de la oreja.

— É-él está bien, llegará de Amsterdam en un par de días.

— Es una lástima lo de tu abuela, era una mujer muy agradable. ¿Verdad, Miriam?

— Siempre que pasaba por el Palacio la invitabamos a tomar té de las 5:30, por supuesto...

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— Hey, Wybie. ¿Tienes todo listo para mañana?

El muchacho se mantuvo en silencio unos segundos mientras avanzaban a paso lento alejándose cada vez más del Palacio. Se peinó con la mano el cabello y dándose por vencido le preguntó a Coraline a qué rayos se refería.

—  Tonto, por supuesto que al primer día de clases. Lo mejor de las vacaciones de medio año es que no son insuficientes y tampoco tan largas como para aburrir — Coraline tenía los ojos muy abiertos y sus pequeñas manos en el aire se agitaban.

Se veía muy tierna así, entusiasmada por las cosas más sencillas de la vida.

— Sí, sí. Sabes que no me entusiasma mucho la escuela —  El chico estiró sus brazos — Es la época en el año en que menos me puedo divertir, con mi cámara y la fotografía e incluso....

Wybie sacó un pequeño libro de lomo marrón.

— No me deja estudiar por mi cuenta —  Wybie sonrió.

—  ¿Qué te compraste ahora?

—  Es un clásico, El extranjero.

Se veía muy tierna así, se veía muy tierna y extrañamente ruda cuando lo golpeaba en el hombro y le pedía un resumen del libro de turno. Se veía tierna siendo Coraline.