Capítulo 1

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El profesor de geografía e historia, seguía escrbiendo fechas y lugares en la pizarra, cuándo de pronto se abrió la puerta y entró la profesora de alemán interrumpiendo la aburridísima clase.

—Chicos, tengo una noticia que daros: recientemente tuvimos problemas con los formularios de intercambio de vuestros compañeros de tercero. Hay demasiadas plazas y pocos alumnos. Así que estuvimos pensando con vuestros tutores y podréis alojar a un estudiante alemán en vuestras casas. Así aquellos que hagan lengua alemana podrán aprender de él y será una muy buena experiencia —dijo mi profesora de alemán.

—¿Y si hemos escogido otra optativa no podremos alojarlos? —preguntó un chico del fondo.

—Claro que si, además, no hace falta saber su idioma para participar, ellos vienen de intercambio así que ellos son los que están aprendiendo español, solamente van a vivir en vuestras casas durante su intercambio —respondió.

—¿Y nosotros dónde iremos? —preguntaron de nuevo.

—Se ve que no me explico bien, vosotros viviréis con el estudiante en vuestra casa, escuchad por favor —dijo ella.

A mí, no me parecía una mala idea, era una manera de conocer gente y de paso, practicar lo que sé de alemán. Alcé la mano para preguntar:

—¿Iris? —dijo la profesora mirándome.

—¿Por cuánto tiempo se tendrían que alojar? —pregunté.

—Solamente un par de semanas. —Dijo y añadió —Pero durante los días les enseñaréis la ciudad y tendréis tardes para pasear, hablar y poder hacer un amigo en el extranjero. Vosotros haréis clases normales y ellos actividades en español sobre la ciudad, después de clase se juntarán las parejas y haréis un itinerario por la ciudad preparado por nosotros, y según cómo se desarrollen los acontecimientos miraremos que otras actividades se harían. Aquí está toda la información que vuestros padres necesitan saber, si hay algún interesado entregad esta circular en secretaría por favor —agitó las circulares en su mano.

Al acabar de repartirlas, se disculpó por la interrupción y se marchó de la clase.

Bajé mi vista hacia la hoja de papel, en ella, se explicaba el problema con los estudiantes de intercambio. Me fijé que uno de los huecos a rellenar preguntaban las preferencias e información personal, como por ejemplo, si preferias que fuera chico o chica, si tenías mascotas, intolerancias alimentarias, hermanos y tus gustos, entre otras muchas cosas.

El timbre que anunciaba el fin de clase me sacó de mis pensamientos, guardé mis cosas, agarré la circular y baje al recreo junto a mis amigas.

—¿Tu alojarás a alguien, Iris? —me preguntó Dalia.

—No lo sé —miré la hoja de nuevo.

—¿Pero a ti te gustaría verdad? —dijo Laila— . A mí me encantaría hacerlo pero sabes que mis padres jamás me dejarán, tengo mi hermana mayor Selena y además mi primo tuvo unos problemas familiares y ahora vive con nosotros, de todos modos mi piso es enano —añadió.

—¿Tu primo el guapo? —preguntó Dalia con unos ojos como platos.

—¡Jajajajaja! Siiii, ese —le conteso Laila apartandose el cabello rubio de la cara.

—Ahora si que me tienes que invitar a tu casa ehh —le dijo Dalia, haciendo que me añadiera a sus risas.

—Pues yo si que alojaré a alguien, mis padres siempre me dejan hacer cosas de esas, además imaginaos que me toca alojar a un alemán así todo musculoso y guapo, como esos de las revistas de modelos —nos dijo Dalia con caras pervertidas que solo ella hace.

—Yo también lo haré, aunque será una chica, mis padres jamás aceptarían a un chico, siempre piensan mal y en ese aspecto son muy sobreprotectores —les expliqué.

—No se yo... —me contestó Dalia, y añadió—. Siempre podría pasar algo, además, tus padres no te pueden prohibir eternamente que hables con chicos y de todas formas tienes derecho a hablar, aunque solo fuera una amistad, imáginate que tu hermano se llevara a algún amigo a tu casa, tendrías que convivir con él toda una tarde.

—No es lo mismo una tarde que verlo cada día aquí, en la esuela. Además que todos los amigos de mi hermano son unos imbéciles y me van tomando el pelo —le contesté de malas maneras por mencionar a los amigos de mi hermano.

Ellos van a tercero  pero son muy malos conmigo y mi hermano se vuelve imbécil en su compañia, los odio por comerle el coco a mi hermano Paul. Y encima entran en mi cuarto sin mi permiso y me fisgonean las cosas los muy malditos. Aún así, mis padres me regañan por "montar un escándalo" y no comportarme como una señorita.

Mis padres siempre fueron muy esnobs, pero me dejarán acojer a una chica y en el caso contrario siempre puedo decirles que es una oportunidad muy buena para hacer "contactos" en el extranjero, y eso seguro que no fallará nunca.

Lo que yo no sabía es que dentro de poco tiempo desearía tener esos "derechos" que ahora Dalia mencionaba a modo de broma.

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¡¡¡ Hola mis queridos lectores !!!

Esta es la primera novela que publico y me ayudaríais muchísimo dándole mucho apoyo y comentándo las partes que más os gustan o las que menos y dándome vuestra opinión.

Por cierto, ¿cómo  creéis que continuará?  ¿conseguirá Iris que sus padres rellenen el formulario para alojar al estudiante? 

Comentadlo y muchas gracias por leer  🙌❤

¡¡¡ Hasta pronto !!!

Intercambio inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora