-BTS (Oneshots)

[ T a e h y u n g ] - Noche solitaria.

(T/N) -¡Maldición!

Grité llorando en mi cocina, con la cacerola al fuego preparando ramen. Eran las 23:00 pm. Aún así, seguía con hambre, el jefe nos dejó trabajar hasta las 21:00, por lo que tuvimos mucho tiempo...pero durante ese tiempo, yo...pasó la cosa que menos me esperaba. Muy molesta cocinaba, hasta que en mi móvil comenzó a sonar la canción "Wind Flower" en la lista de reproducción que tenía. Mientras escuchaba aquella canción en sollozos y recordando lo que acababa de pasar...

Hace unas pocas horas.

Estaba recogiendo todo el papeleo. Nunca tenía descanso. Me levanté de mi silla, mis piernas temblaban por los tacones, me hacían daño.

(Todavía quedan horas hasta que me vaya...de seguro...)

- Oye, ¡_____!

La misma chica energética de siempre se me acercó corriendo con una gran sonrisa.

(T/N) - ¡Estamos en las oficinas! No hagas escándalo. - Le dije enfadada.

- ¡Jajaja, pareces vieja!

(T/N) - ...¡Tengo solo veinticinco años, no soy vieja!

La chica solo reía. Rodeé mis ojos.

( T/N} - Dejame tranquila, debo acabar esto.

- No te preocupes, el jefe nos dejó hoy ir temprano. ¡Me voy, vieja!

(T/N) - ¡T-...! - Con mala cara me levanté. - Espera...¿nos podemos ir...? ¡Hacía siglos que nos podíamos ir tan temprano!

Lancé todas las hojas que tenía, apagué la computadora con un clic y comencé a saltar de alegría, hasta que me tropiezo con los tacones. De pronto sentí unas manos masculinas agarrándome.

- Sigues igual de torpe.

(T/N) - Gracias, tonto.

-Simpre el mismo apodo.

(T/N)- Es broma, sabes que te quiero mucho. Por cierto, hace más de una semana que no nos vemos.

-...

Él miró a otro lado con tristeza. Llevábamos meses juntos, fuimos mejores amigos desde la infancia. Pero hace unos pocos meses me declaré.

- ¿Vamos a algún lado?

(T/N}- ...Vale. - Decidí ignorar su sonrisa falsa y salimos de la oficina, caminamos por el enorme edificio, bajamos por el ascensor y llegamos a al puerta principal. Era una noche bonita. - Que fresco...

Hacía un poco de frío. Él me envolvió con su abrigo y me cogió por el hombro. Comenzamos a caminar hasta un restaurante cercano.

(T/N)- Estamos en uniformes.

- ¿Qué importa?

Hoy lo notaba menos idiota de lo normal. Él siempre bromeaba con todo tipo de cosas, nunca lo vi tan serio. Siempre ha sido muy alegre e idiota, pero a la vez cariñoso y muy cuidadoso conmigo. Decidí no hacer mucho caso y pensar que tal vez estaba así por el cansancio.