Toxic. = Staig

˗ˋˏ 3 ˎˊ-

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇs: ᴜɴᴀ ᴘᴇϙᴜᴇɴ̃ᴀ sᴀʟɪᴅᴀ

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Pasaron unos días desde el fin de semana, ahora Stan estaba divirtiéndose con sus amigos que, al cabo de uno o dos días decidieron olvidar la pequeña discusión que habían tenido el Viernes en la cafetería, así que se podría decir que ya estaban bien. 

Ahora mismo se encontraban en casa de Cartman, ya habían quedado con que pasarían el día luego de clases haciendo algo divertido como team, incluso habían invitado a Butters ya que pasaba mucho tiempo con ellos, y porque siempre era divertido tener de quien burlarse.

─Chicos, creo que ya me cansé de jugar videojuegos.— se quejó el castaño mientras dejaba el mando de lado.

—No culón, te cansaste de perder contra Kenny que es distinto.— como siempre, Kyle aprovechaba cada oportunidad que tenía para reírse de su amigo.

—¡Eh, Kenny usa trampas! los pobres siempre lo hacen, Kyle.— refutó

—Podré ser pobre, pero soy una persona honesta.— McCormick se hizo el ofendido, aunque lo que dijo era verdad.—Solo acepta la derrota, Cartman.— sonrió socarronamente mientras sacaba la lengua, cosa que hizo que el robusto se pusiera colorado del enojo.

—¡Kinny!

Los demás solo rieron, tardes como esas eran las que valían la pena. Simplemente un par de amigos jugando y pasando el rato como cuando eran niños. Excepto uno, Stan estaba algo distante de la escena con sus amigos, cosa que no pasó desapercibido por Stotch.

—Stan, ¿Estás bien?— preguntó con suavidad al azabache.

—¿ah? sí, sí, todo bien.— sonrió, pero a leguas se notó que esta fue fingida.

—¿Seguro?— insistió a lo que Marsh asintió sin más. Butters decidió dejarlo así, no podía ni iba a obligar a Stan a hablar. Luego de eso volvió a unirse a la conversación con los demás. 

La verdad era que Stan no estaba bien, nada bien. La ansiedad se lo comía por dentro y no podía dejar de pensar en lo que vió hace apenas unas horas.

Había visto a Craig, a SU Craig detrás de los casilleros en la escuela, parecía estar hablando muy, muy de cerca con una de las chicas un grado menor que ellos. El problema era que Stan sabía que no era una charla casual de amigos. Los amigos no se besan, por más corto e inocente que haya sido el beso, y Stanley no tuvo el valor para hacerle frente.

—¿Tú que dices, Stan?— una nueva voz lo sacó de sus pensamientos, otra vez.

—¿Ah?

—Decíamos que sería buena idea ir al parque antes que anochezca, sólo nos falta tu confirmación.— explicó el judío.

—Oh... Claro, suena bien.— tal vez necesitaba despejarse un rato.

A los chicos se les había ido la tarde en la calle. Primero fueron a comer helados al parque, de ahí fueron al cine y cuando salieron ya era noche. Cada quien debía irse para su casa, se habían divertido bastante.

—Supongo que nos vemos mañana en la escuela.— comenzó Kenny, ya iba a ser la hora de la cena, sus madres enloquecerían si no llegaban a esa hora, a pesar de que ya no eran niños, estas seguían cuidándolos como tal.

—Nos vemos.— se despidieron los demás.

Lo bueno es que la casa del azabache estaba a solo dos calles, por lo que caminó sin prisas. A decir verdad, salir con sus amigos fue una perfecta distracción pues en todo el rato no había pensado en lo que ocurrió esa mañana, si seguía así al menos eso no lo atormentaría por la noche.

Pero, a veces pensaba que tenía muy mala suerte.

Iba a dos casas de llegar a su destino cuando vio a la persona que menos quería ver en ese momento. Craig estaba sentado en el escalón afuera de su casa.

Marsh tragó saliva mientras se acercaba. Pudo haber huido de ahí, pero Craig ya le había visto.

—Craig... qué... ¿Qué haces aquí?, pensé que no nos veríamos hasta mañana.— ni siquiera sabía porque estaba tan nervioso, pero apenas Tucker se puso de pie, imponiendo dominio, Stanley se encogió en su lugar.

—Iba pasando y pensé en llegar a saludarte, tu madre me dijo que habías salido, ¿dónde estabas?— preguntó con el mentón alzado y ambas manos metidas  en su chaqueta.

—Salí con mis amigos, n-nada más.

—¿por qué no me avisaste?

—Lo olvidé...— apretó los labios y trató de no desviar la mirada, Craig odiaba eso y no lo quería hacer enfadar.

—Sabes que cada vez que salgas, debes decirme. Ya lo habíamos hablado, ¿lo olvidas?— dijo  entredientes mientras tomaba del mentón al más bajo por unos centímetros.

—S-Sí... Pe-pero igual no es como si hubiera ido a una fiesta o algo, s-solo fui con mis ami--

—¡Cállate!

Aquel grito hizo que Marsh callara de inmediato, dejandolo con la oración en el aire.

—Calla... no me importa eso. A la otra que salgas, me dices... ¿entendido, corazón?— murmuró mientras apretaba el mentón del contrario, haciéndolo soltar una queja de dolor.

—S-sí, no volverá a pasar... lo lamento...

Craig sonrió ancho y le soltó.—Así me gusta.— se inclinó un poco y besó los labios de su novio.—Te veo mañana.— y sin esperar respuesta, se marchó de ahí.

El menor de los Marsh no tardó en correr dentro de su casa, apenas estar en su cuarto, se encerró con llave y se tumbó en su cama, donde sollozó contra la almohada hasta quedarse dormido.

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Hello, ¿cómo andan?, en el próximo cap explicaré un poco la situación de Craig, igual pueden empezar a lincharlo si quieren.(?)

Nos vemos~