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Varias semanas habían transcurrido tras la noche "agitada" de Bonnie.

Este siguió como si nada con su vida plenamente "normal", actuaba neutral, como si nada de eso hubiera ocurrido.

Obviamente la noticia llegó hasta la institución donde algunos lamentaron lo que pasó, a diferencia de el peli-lavanda que cada vez que escuchaba algún comentario al respecto sólo se retiraba para poder reír orgulloso de su hazaña.

Regresando al presente, el oji-carmín dormía pacífica y profundamente gracias a 2 pastillas para dormir que había consumido tras acabar las clases y llegar a su hogar, tenía muchas ganas de poder estar con su adorado peli-azul por bastante tiempo simplemente mimandose. Claro que podía hacerlo estando despierto pero no le gustaba que cada vez que quiera besarle deba observar minuciosamente sus alrededores.

Buscó con la mirada al moreno hasta escuchar su voz tras de el, este se hallaba con los brazos extendidos esperando un abrazo, el más bajo al verle se lanzó sobre él siendo correspondido.

—Te extrañe Bon— Comentó el de baja estatura aspirando el olor a canela y menta que el mayor desprendía.

—Conejito, nos vimos durante el receso por un buen rato, incluso te quedaste dormido y faltaste a la primera clase del segundo bloque, además sabes que siempre estoy ahí para consentirte como se debe— Dijo el oji-esmeralda acariciando la espalda de su novio cerrando sus ojos ante la sensación de los labios contrarios cerca de su cuello.

—Aun así... Me gusta estar así contigo, siento que es más real cuando duermo, quiero sentir mejor tus besos — Rozó sus belfos con los contrarios.

—Últimamente estás más mimoso conejito~, me gusta... — Susurró para si mismo antes de unir sus labios en un extenso toque.

Al separarse del contacto se tomaron de las manos y comenzar a caminar mientras un paisaje se formaba en sus alrededores.

Todo el tiempo en el que estuvieron juntos se la pasaron de cariñosos, sus labios estuvieron unidos en casi todo momento, había momentos en que estos se volvían besos candentes pero no pasaban de eso. Repentinamente el suelo comenzó a temblar sacándolos de su burbuja melosa a ambos, ante tal acto el de tez clara despertó a los llamados continuos de su madre en busca de despertarlo.

—¡Bonnie! Deja de vagar y despierta de una buena vez, llevas horas dormido— Reclamaba la mayor mirando molesta al contrario.

La señora Ivanov comenzó a regañar a su hijo mientras este no le prestaba atención alguna, sólo veía como los labios de su madre se abrían y cerraban pero no escuchaba nada, sólo podía concentrarse que detrás de ésta estaba el de melena turquesa observándolo con un rubor en sus pómulos, le lanzó un beso y esto causó que riera halagado con sus mejillas igualmente teñidas.

—¿Por qué estas sonriendo?— Se desconcertó la mujer al ver que ante esta situación su hijo solo riera.

—Por nada... —Bajó la mirada volviendo a su semblante serio y desganado que normalmente usa frente a ella.

—Agh~, no importa —Llevó una de sus manos hacia su frente — Mañana necesito que te veas presentable o de lo contrario no me sales de esta habitación —Explicó, obviamente el menor cuestionó el porque debía de cumplir — Mañana vendrán unos amigos y personas importantes de visita... Y no quiero que me avergüences — Sentenció dirigiéndole una mirada fría a los ojos opacos de su hijo.

—Entiendo —Dijo sin más el pelimorado bajando la vista permitiendo que su largo cabello le cubriera la sonrisa que formó, con esa oportunidad podría estar con Bon todo el tiempo que quiera sin que su madre le vuelva a interrumpir.

[…]

Ya al día siguiente, Bonnie reía ruborizado de camino a su hogar debido a que su novio peliturquesa le besaba con lentitud el cuello provocándole cosquillas, al llegar a su destino corrió hasta su alcoba sin siquiera saludar a su madre, tomó una píldora para dormir y se la tragó contento esperando que hiciera efecto.

Sin embargo esto no sucedió frustrando al peli-lavanda.

—No te enojes cielo, tal vez debas esperar un poco más —Dijo con su voz calmada el de pupilas verdosas.

—Tal vez tengas razón— Se levantó de su cama con la idea de ir por un vaso de leche, eso quizás le ayude a concebir el sueño.

Al salir de su habitación no pudo evitar fijarse en el grupo de personas desconocidas que se hallaban en su sala, se colocó en cuclillas a la mitad de la escalera observando como su madre dialogaba con elocuencia y reía sin parar. Era tan extraño verla sin el seño fruncido.

Al cabo de unos minutos acabó durmiéndose en el medio de la escalera debido a la pastilla anteriormente digerida, a pesar del alto volumen de la musica y las conversaciones sin parar Bonnie no despertaba y al mismo tiempo nadie le prestaba atención el que estuviera obstruyendo el camino.

Hasta que unos chicos de la misma edad que Bonnie se percataron de su presencia, estos curiosos del porque alguien dormía precisamente en ese sitio se acercaron al chico de melena violeta en busca de despertarlo por simple curiosidad.

El de orbes rubí al abrir sus ojos y lo primero que observa son unos chicos entró en pánico.

—¡No me toques, desgraciado!— Aquel gritó resonó en todo el lugar a pesar de las interacciones y la música, todos miraron hacia aquel punto confundidos excepto la dama de cabello lila que tenía una expresión enojada.

Bonnie inmediatamente al reaccionar sobre lo que había dicho se levantó del sitio corriendo hacia su alcoba y encerrarse en esta.

[……]

—¡¿Por qué diablos estabas dormido en toda la mitad de la escalera?! — Fue lo primero que dijo la señora Ivanov al entrar al cuarto de su hijo luego de disculparse y despedir a los invitados.

—Fue un accidente... —Respondió casi en un susurro el menor. Alzó por un momento su vista en busca de su pareja pero al fijarse bien este no se encontraba en ningún lado de su habitación, solo estaba su madre regañándolo por su "imprudencia".

—¿Bon?— Dijo con un hilo de voz el chico, la madre al escuchar tal nombre dejó de hablar y se tensó ¿Como era que él....? Se percató que justo a lado de la cama de su hijo se encontraba un envase con pastillas para dormir.

—¡¿Así que es por esto?! ¡Pedazo de inútil! Con razón dormías horas y horas como un vago —Le arrebató el envase y se lo llevó consigo dando un portazo sonoro antes de salir.

Bonnie sólo sonrió, se levantó con delicadeza de su cama y caminó hasta una cajonera que poseía, de ésta sacó otro bote completamente lleno de pastillas para dormir, rió un poco antes de abrirlo y tomar todo el contenido.

Luego de unos pocos minutos en los cuales se carcajeaba en voz baja para que su madre no le descubriera, empezó a sentirse mareado, todo le daba vueltas y le dolía la cabeza.

Tambaleó un poco sobre sí antes de caer de bruces contra el frío suelo, en medio de su sobredosis seguía riendo con sus mejillas sonrosadas, sus párpados comenzaban a pesar provocando que no los tenga por completo abiertos.

Antes de cerrarlos logró distinguir la imagen de Bon llorando a mares frente a él.

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:^))))
Ya no diré nada ya que estamos en la recta final.
Preparense para el final 0w0

Gaby~★

Mundo Irreal [BonxBonnie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora