Palabras.
Tus palabras.
Suaves a mis oidos y dulces a mi paladar, en su camino a mi corazón.
No hay nada más reconfortante cuando estoy triste, o mejor compañia al sonido de las gotas de agua repiqueteantes en el techo que tu voz.
Aún tengo aquella grabación tuya, que tanto me gusta.
Aquella en la que declamas esa poesía que con tanto amor ensayaste, incontables veces.
Aquella poesía con la que me haces olvidar las cosas irrelevantes de la vida. Que comparadas contigo son todas.
Aquella con la que siento cosas nuevas cada vez que la escucho.
Aquella con la que se me eriza la piel y se me calientan las mejillas.
Aquella con la me enamoro de ti una vez más.
Aquella con la que me embriago, sabiendo que perteneces a otros brazos. Y que declamas para otro.
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En las noches frías
RandomEl titulo originalmente iba a ser "Pensamientos en las noches de invierno", porque la historia se compone de pensamientos al azar, obtenidos en noches frías.