F e e l i n g s.

13 0 0
                                    

        
Últimamente Alice llevaba sintiéndose rara al lado del azabache, cuando pensaba en el no sentía mariposas en el estómago.

Sentía un jodido campo de guerra.

Cada roce de sus brazos, cada beso en la mejilla que el chico solía robarle para avergonzarla, eran su perdición.

Jungkook era el único que podía tratarla de esa manera, ya que su hermano no era de los hermanos muy melosos por lo tanto ella no acostumbraba a recibir afecto físico, pero Jungkook era una persona... que derramaba miel.

Su propio Winnie the Pooh.

Cada abrazo, roce, o beso en la mejilla, alteraba más a la castaña. ¿En que momento aparecieron esos sentimientos?

                     Flashback

—Hola Jungkook, soy yo otra vez.
Quería preguntarte si hoy vas a llegar a casa, no sé dónde estás y me tienes muy preocupada, llámame lo más pronto por favor.— dijo casi en llanto.

Jungkook llevaba desde la mañana desaparecido.
Cuando Alice despertó en la mañana, él no se encontraba, y era extraño porque el era el último en levantarse, y si se iba le dejaba una nota en el refrigerador, pero esta vez no fue así.

Alice consumida en preocupación, no le quedó más que llamar a todos los amigos de Jungkook a preguntar por él, pero ninguno dió razón.
Quería ir a la comisaría, pero era muy tarde. Dos y siete de la mañana para ser específicos.

Alice se recostó en su cama con un nudo en la garganta y se imaginó lo peor. Con poca suerte pudo tratar de dormir. Cuando Alice estaba llegando a los brazos de Morfeo, con lágrimas de por medio, escuchó la puerta ser abierta, y corrió.

—¡¿Se puede saber dónde estábas?!— dijo la menor derramando lágrimas de preocupación.

—Al, perdóname por no avisarte.— dijo mientras caminaba hacia ella para refugiarla con sus fornidos brazos.

—¿Por qué no contestaste mis mensajes?— dijo con un hilo de voz.

—Por si no viste, tontita, dejé mi teléfono por la prisa. Estaba en el hospital porque la hermana de mi madre está muy grave, creo que vivir en Francia le sentó mal.— dijo haciendo una mueca.

—Pudiste llamarme, estaba muy preocupada.—dijo ocultando la cara en el pecho del azabache mientras rodeaba su cuello con fuerza.

—Algunas personas se preocupan demasiado... Creo que se llama amor.— dijo el azabache y Alice se tensó.

—¿Y tú... te sientes esa preocupación por mi?

—Como no tienes idea.— finalizó Jungkook bajando la mirada hasta encontrarse con los ojos húmedos de la menor.

¿Era una confesión?

El corazón de Alice se aceleró y ahí fue cuando lo supo.

Le gustaba Jungkook.

Pero, ¿Y su amistad?
Alice quería  decirle sus sentimientos, pero, ¿Si la rechaza?, Alice esta casi segura de que, aunque Jungkook la rechazara, él no dejaría de ser su amigo, pues se tienen mucho cariño, pero ella quería averiguar si detrás de esas miradas y muestras afecto de parte del castaño tenían otras intenciones.
              Fin del flashback
• • •

                  Días antes

—Hola, Nicholas— saludé agitando mi mano por Skype.

—¡Alice! ¿Cómo estás?

—Bien, hace mucho que no hablábamos, extrañaba hablar contigo.

Y era la verdad, dos meses sin hablar con su casi único amigo habían sido aburridos, Alice tenía mucha confianza con Nicholas, pero no tanta como la que tenía con Jungkook.

— Yo también extrañaba hablarte, pero los exámenes me tenían consumido, me dijiste que necesitabas ayuda, ¿Pasa algo?— dijo un poco preocupado.

—Nic, creo que me gusta un chico.—dijo en voz baja, pues Jungkook estaba en la casa.

Nicholas gritó muy fuerte que casi le rompe los tímpanos a la menor, y Alice se quitó los audífonos como reacción.

—¡Auch! Pero si, me gusta alguien.—dijo tímidamente la castaña mientras se ponía los audífonos de nuevo.

—¿Es ese pelinegro chino de la vez  pasada?

—Si, pero no es chino, es coreano— dijo en un susurro.

—¿Sabes que los asiáticos la tienen peq-

—¡Nicholas!— dijo avergonzada.

—Bueno, me calmo. Pero, ¿piensas decirle lo que sientes?

No contesté. No estaba segura si confesarme, porque para mí, el amor siempre fue un sentimiento común, algo pasajero.

—Sinceramente, no lo sé. ¿Qué tal si me rechaza y todo se vuelve incómodo?

—No lo sabrás si no lo intentas.

Alice, se tomó un momento para pensar. No lo veía  tan malo, pero ella quería asegurarse de que habían posibilidades de que le correspondiera.

—¿Y si le haces una carta o algo así?—dijo el rubio mientras buscaba en su teléfono "¿como declararte a tu mejor amigo?"

Cartas. Ew, que cliché. Pero a Jungkook le gustan los clichés, debería pensarse esa opción.

—Me pensaré esa opción, a lo mejor le guste.—dijo la castaña un poco más segura.—Gracias, Nicholas.

—Lo sé, soy un genio.— dijo con una sonrisa que desparramaba orgullo.

—Adiós Nic, hablamos otro día, iré a hacer eso.— dijo sin nombrarlo.

—Adiós Lily.— dijo mandando un beso, causando una pequeña risa en la menor.

Terminada la llamada, se levantó de su escritorio para salir rumbo a la cocina, pero apenas abrió la puerta, se congeló en su sitio al ver a un Jungkook muy serio parado afuera de la habitación de la castaña.

—Así que, te gusta alguien.— dijo el azabache sin pizca de diversión en su rostro.

Mierda.

Love Notes; Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora