{01} Por ti, Hermano (Creepypastas y tú)

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Tn:

Ese maldito, no permitiré que se salga con la suya.

Melody se fue tan rápido como pudo a su cuarto, yo me acerqué con cuidado al tipo y con un trozo de tela que había cerca de ahí, lo amordazé con una tela que creo que sé lo que hacía ahí, maldito desgraciado.

El se sorprendió, y intentó golpearme,  le pateé en su entrepierna y dejó de pelear. Mas bien se tiró al piso y empezó a moverse como un gusano mientras sostenía sus partes íntimas.

Tómala maldito, siente dolor, ¡sufre!

Me reí un poco, me puse en mi modo creepypasta y me preparé para terminarlo, este tipo no merece ni siquiera mi atención.

Saco el cuchillo de Patty y ¡Zas! Una puñalada, dos puñaladas, ¡cuatro puñaladas, ocho, dieciséis, treinta y dos puñaladas! ¡Jajajaja, que divertido!

Oh, ¿ya está muerto? Que pena.

Ojalá hubiese sufrido más.

Escuché llantos desde el piso de arriba, subí y vi a Melody...

No.

- ¡¿Estás loca?! - Bajé a Melody del banquito y desamarré la cuerda que estaba atada a su cuello-

- ¡No tengo razones para estar aquí! -Ella derramaba lágrimas- ¡Odio mi vida! ¡Odio a mi papá! ¡Odio mi madrastra! ¡Odio mi colegio! ¡¿Qué hice yo para merecer esto?!

Normalmente me hubiera puesto a llorar, pero me enfurecí, suicidarse no es una solución, el suicídio no te ayudará.

- Escúchame bien, ¿No tienes amigos? ¿No tienes seres queridos con el que descargarte? ¿No tienes a nadie que te ayude?

- Bueno, tengo una amiga...

- ¿Y por qué no le contaste?

- Bueno, llegó al colegio con nuevos amigos justo el día en el que planeaba contárselo. Sentía que si se lo dijera la alejaría de sus nuevas amistades, y yo no quería eso...

- ¿Por qué? Si de verdad es tu amiga, entendería lo que te ocurre, y haría lo posible para apoyarte, ¿No crees?

- P-pero es qu-

- Nada de peros. ¿Cómo crees que sentiría tu amiga si de repente le llegan las noticias de que su amiga se suicidó y ella no sabe por qué?

- P-pues muy mal...

- ¡Entonces debes contarle! No puedes simplemente suicidarte, no te ayudará en nada. En absolutamente nada.

-...

Se quedó callada y pensó lo que dije.

- Tienes razón... Se lo contaré mañana. ¿P-pero cómo haré con mi padre?

- Yo ya me encargué de él.

- ... ¿A-a qué te refieres?

- -Me reí- Lo que tu llevas queriendo hacer desde hace mucho tiempo.

- ¿Lo mataste?

- -Reí otra vez- ¡Acertaste! Tienes una mente más retorcida de lo que me imaginaba.

- ... Y-yo quería que el sufriera por mi...

- No hay problema, ¡Aún tienes a tu madrastra! ¿Ella no fue la que le metió cosas en la cabeza a tu padre? ¡Es tu turno de meterle cosas a la cabeza!

- ¿Literalmente o sentimentalmente?

- -Sonreí- ... ¡Eso ya depende de ti!