» ¡𝗛𝗲𝘆, 𝗧𝘀𝘂𝗸𝗶𝘀𝗵𝗶𝗺𝗮! ©;; TsukiHina

012; Compañía ⌫

Shōyō

─Te odio. ─miro a su indiferente amigo.─ ¡Arruinaste mi oportunidad de estar a solas con Tsukishima!

─¡Oi, no te enojes! Yo también necesito ayuda. ─Hinata suspiró y volvió su rostro a otra dirección.

Solo unos minutos después un chico alto rubio atravesó la puerta de madera haciendo que los ojos de Shōyō se iluminen.

─¡Tsukishima-kun! ─exclamó feliz el pequeño.

─Hinata. ─El miope se sentó frente a los dos chicos que vestían ropa extravagante que parecían casi idénticos entre sí.

─No sabía que eran así de cercanos. ─El azabache miró al de ojos marrones en busca de respuestas.

─No somos tan cercanos. ─Intervino Tsukishima. Kageyama inmediatamente frunció el ceño ligeramente.

─Deberías usar los honoríficos con tus superiores. ─Se removió de su asiento cruzado de brazos.

─¿Superiores? ─antes de poder decir algo más una voz desconocida los interrumpio.

─¡Oh! ¡Kageyama-kun, Hinata-kun! Que coincidencia encontrarlos aquí. ─un chico alto de cabello plata se acercó a la mesa donde estaban los tres jóvenes.

─¡Shou-chan! ¿Quién diría que nos encontraríamos aquí?

─Suga-san, Noya-san y Tanaka-san, ¿Qué hacen ustedes aquí?

─Oh, ya sabes. Nos encanta venir aquí. ─esbozo una sonrisa inocente Nishinoya.

─¿Aquí? ¿En la biblioteca? ¿A estudiar? ─preguntó incrédulo el pelirrojo.

─¡Sí! Es nuestro situación favorito ─Tanaka trato de excusarlos, pero Shōyō sabía bien lo que trataban de hacer.

─¡Bakayama! ─exclamó.

─¿Yo qué? ─Evito la mirada molesta de Hinata.

─Tú... ─antes de que pudiera recriminar otra vez fue interrumpido.

─¡No perdamos el tiempo! Hay que estudiar. ─Sugawara se sentó al lado del miope y sus dos acompañantes hicieron lo mismo.

Shōyō suspiró rendido.

─¿Así que te llamas Tsukei, no? ─El hombre rapado cuestionó inmediatamente.

─Tsukishima Kei. ─reparó.

─¿Llevás mucho hablando con Shou-chan? ─otra interrogante.

─Solo unos meses.

─Oh. ¿Sientes algo por él? ─al escuchar esa pregunta se sorprendió un poco, pero luego recobró la compostura.

─¡Noya-san!

─Oops, Lo siento.

─Tsukishima-kun, por favor cuida de nuestro Kohai. ─el plateado miró expectante la respuesta del miope.

Unos segundos de silencio y luego finalmente habló.

─Sí, lo haré.