Me encontraba en mi habitación alistando mis maletas para irnos el fin de semana al campo junto con mis papas y mi hermana, este va ser un viaje increíble.
Baje a la sala junto a mis maletas y mis padres ya estaban listos, nos dirigimos al carro y metimos todas las maletas al baúl, nos subimos y nos fuimos, este iba a ser un largo viaje así que decidí ponerme mis audífonos y disfrutar de la música.
Después de unas largas horas de camino al fin llegamos a la casa del campo, sin duda este lugar me trae tantos recuerdos, aquí fue donde pase la mayor parte de mi infancia.
Bajamos del carro y nos dirigimos a la casa con nuestras maletas y saludamos a Rosita y Jacinto estaba tan feliz de verlos, ellos me cuidaban de pequeña y les tengo muchísimo aprecio.
- Rosita, Jacinto que bueno volverlos a ver no saben lo mucho que los he extrañado. Exclame abrazándolos.
- Nosotros también mi niña te extrañamos mucho. Contesto Rosita dándome un abrazo.
- Que gusto me da verlos Rosita. Exclamo mi mama.
- A nosotros también nos da gusto verlos señora. Contesto Rosita.
- Rosita Jacinto ¿Cómo están? Exclamo mi papa.
- Muy bien señor nos da gusto verlos. Contesto Rosita.
- A mí también, familia entremos ya. Exclamo mi papa.
- Si vamos. Exclamo Andreita.
Entramos y la casa estaba igual de hermosa que siempre, con su chimenea, sus amplias habitaciones y hermosas paredes blancas, sin duda alguna este lugar me trae tantos recuerdos.
Entre a la que solía ser mi habitación y deje mis maletas en la cama, salí de la habitación y me dirigí al comedor, me senté junto a mis padres y Rosita llego con la bandeja de comida, la dejo en la mesa.
- Mmm que rica huele la comida. Exclamo mi papa.
- Si huele riquísimo. Exclame.
- Gracias Rosita. Exclamo mi mama.
- De nada señora lo cocine con mucho cariño para ustedes. Contesto Rosita.
- Vente a comer con nosotros Rosita. Exclame.
- Ay no mi niña como crees. Contesto Rosita.
- Valentina tiene razón come con nosotros. Exclamo mi mama.
- Esta bien señora, gracias. Contesto Rosita sentándose con nosotros en la mesa.
Estuvimos un buen rato en la mesa comiendo y conversando de lo bien que la pasabamos estando en el campo.
Después de comer me puse de pie y me fui a caminar al campo, estaban tan feliz de estar aquí, el ambiente estaba increíble y me dirigí a la casita de madera que se encontraba en medio del bosque, en este lugar solía venir cuando estaba pequeña, es un lugar en el cual nadie conoce de su existencia y mucho menos mis padres, el único que conoce este lugar es Daniel ya que con el construimos la casita y me trae tantos recuerdos.
Entre a la casita y allí estaban varias cosas antiguas y enorme colchón, el lugar se veía demasiado sucio y desordenado, decidí limpiar un poco el lugar.
Cuando termine de limpiar, me dirigí abrir la ventana para que tuviera una mejor ventilación y escuche un ruido de la puerta, voltee a ver y Daniel estaba justamente detrás de mí.
- Daniel que haces aquí. Exclame sorprendida.
- Hola Valentina vine a verte tus papas me dijeron que viniste a caminar y supuse que aquí estarías.
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Odioamarte
RomansaAmar y odiar no tienen el mismo significado ni mucho menos el mismo sentimiento, dicen que del odio al amor hay un solo paso. Nota importante: Antes de leer esta novela se recomienda haber leído la novela “Nuestro amor es para siempre”. Les dejo el...